Papeles del Psicólogo, 1990. Vol. (43).

RAFAEL GARDE

Jefe de la Sección de Formaciones Básicas del Personal de Salud

El Servicio de Salud Mental de la Comunidad de Madrid viene favoreciendo desde hace años la incorporación de psicólogos a los equipos de profesionales que ejercen en el ámbito de la salud mental. Por ello desde hace anos la Consejería de Salud siente la preocupación, desde las correspondientes instancias, de ir facilitando y proveyendo una formación específica de posgrado a los psicólogos que han de ejercer en los Servicios de Salud Mental de las distintas áreas sanitarias.

Con este contexto al Colegio Oficial de Psicólogos (COP) convocó para el 31 de enero de 1989 una reunión con el fin de elaborar un documento marco de formación posgraduada en base al sistema PIR. La elaboración correría a cargo de aquellos comunidades autónomas que estaban realizando ya o preparando programas de esta formación específica en sus correspondientes marcos sanitarios, como era el caso de la CAM.

Para tomar parte en dicha reunión la Consejería de Salud designó a dos representantes -uno por el Servicio de Salud Mental y otro por el Servicio de Formación-, por entender que ambos servicios están implicados e interesados en la acción y subsiguiente colaboración.

El documento básico PIR fue presentado oficialmente por el COP el pasado noviembre. A continuación se describen los puntos de conexión entre dicho documento y algunas estrategias, acciones y proyectos de los servicios de la CAM representados.

Tres son las convergencias más significativas.

El servicio de Salud Mental viene incorporando a distintos profesionales en equipos interdisciplinarios de salud mental con una política igualitaria, con la que no se adecua la situación de los psicólogos que se incorporan, ya que hasta ahora no tienen cauce oficial para conseguir la especialidad clínica que los equipararía a los médicos psiquiatras.

Desde la Sección de Formaciones Básicas del Personal de Salud, el Servicio de Formación trabaja por el alumbramiento de esa especialidad de Psicología Clínica dentro de sus acciones tendentes a homologar los procesos de formación y a encontrar aproximaciones a los currícula de especializaciones regladas.

El Documento PIR constituye un aso adelante para la equiparación de los títulos MIR/PIR y para su integración en el futuro decreto de Especialidades de la Salud.

Las distintas acciones del Servicio de Salud Mental están articuladas y diversificadas en función de las demarcaciones sanitarias de la CAM, que comprenden zonas básicas/distritos/áreas y que exigen distintos niveles de atención y acciones complementarias, como la capacitación y reciclaje de los profesionales que prestan las atenciones.

El Servicio de Formación está empeñado en un proceso de colaboración e intercambio con las comisiones de docencia que van constituyéndose en las áreas sanitarias para responder a las necesidades de formación básica y continuada de todos los profesionales que, como los psicólogos, ejercen tareas de orientación, promoción y asistencia desde los Servicios de Salud Mental de los distritos y/o desde otros centros y unidades existentes en las áreas.

El Documento PIR establece, como novedad, los circuitos de rotación de los psicólogos inscritos por los distintos servicios y centros especializados en diferentes aspectos de la salud mental que cubren una atención totalizante e integrada en áreas territoriales dadas.

Con estrategias y acciones como la constitución de servicios comunitarios de salud mental en los distritos, las unidades de agudos en hospitales generales y los programas de renovación profunda en los hospitales psiquiátricos, el Servicio de Salud Mental da señales claras de su apuesta, en el sistema, por la salud y la comunidad.

Esa misma apuesta constituye la política del servicio de formación tal y como se manifiesta en numerosos planes y colaboraciones de formación -reglada y no reglada, básica y permanente- que no son del caso enumerar.

No son los hospitales psiquiátricos ni las unidades de hospitalización los protagonistas de los circuitos de rotación propuestos en el Documento PIR. Los protagonistas son los servicios comunitarios de Salud Mental, en los que el peso específico, como su misma denominación indicasen la comunidad y la salud.

Mientras se termina de elaborar el aludido decreto regulador de las especialidades de la salud y para facilitar; y adelantar a la vez la inclusión en el mismo de la especialidad de Psicología Clínica en sus justos términos, el Servicio de Formación, en colaboración con el de Salud Mental, ha iniciado la realización de un curso básico en esta dirección.

Se trata de un curso de formación con consistencia y justificación en sí mismo, pero orientado hacia el PIR, con las posibilidades consiguientes de contraste, experimentación e introducción de aportaciones originales.

Algunas aportaciones concretas que se experimentan:

Un rigor metodológico y pedagógico mayores en torno a «acciones reales», es decir, según criterios pedagógicos del Servicio de Formación, que contempla fórmulas de «formación por la acción».

Concreción sistematizado de los temas, en interacción con la universidad, para completar la formación básica allí recibida, evitando limitaciones y lagunas.

Programación teórica abierta, es decir, a cerrar por las demandas concretas de los alumnos, durante el seguimiento del programa práctico y para un aprovechamiento más eficiente, partiendo así de necesidades e intereses que se están viviendo.

Integración de un taller de comunicación, a cargo de expertos en relaciones interpersonales, por considerar que este contenido es fundamental para el buen funcionamiento, mejor rendimiento y mejora de la salud mental de los equipos con ejercicio en los servicios de Salud Mental.

Contemplar programas coherentes que a la integración armónica de las clases, instituciones y unidades de atención en el llamado circuito de rotación añaden la integración de los tiempos o acciones de la atención: promoción/educación para la salud, prevención, terapia, rehabilitación/integración social.

Formulación general y detallada de los objetivos del curso; sin duda coincidentes con los que debe tener un programa de Formación PIR, discriminando con precisión, según criterio pedagógico de nuestro Servicio, los cognoscitivos, los operativos y los actitudinales.

Fase de evaluación masiva, en la que intervienen, por bloques de objetivos e infraestructura del curso, todos los participantes en el mismo: alumnos, profesores, tutores, expertos en comunicación y relaciones, coordinadores

Nos limitamos a subrayar los elementos que deberán articular el Programa de Formación en Psicología Clínica a partir de 1990, sin perjuicio de que los planes que la Administración del Estado tenga previsto establecer o establezca en el campo de la Psicología supongan alguna modificación.

Un programa que respete el documento marco para un sistema PIR, enriquecido con todas las aportaciones, observaciones, correcciones y sugerencias recogidas a lo largo del curso básico que se está realizando en el ámbito de la CAM.

Elaborado el programa referente, se lo hará llegar por una vía administrativa oficial a los Servicios de Salud Mental, con la invitación de que se ofrezcan para la docencia, siempre que se consideren adecuadamente dotados de recursos humanos y materiales para cumplir de modo satisfactorio su oferta.

En tal sentido se les acompañará un avance de los requisitos y criterios de acreditación para esta docencia concreta.

Una comisión específica, en la cual estén representadas todas las instancias implicadas, aplicará a las demandas presentadas los criterios de acreditación establecidos, seleccionando así a los servicios que ofrezcan garantías.

A todos o a parte de los servicios acreditados -según las necesidades de formación- se les pedirá un compromiso docente que especifique y concrete la viabilidad y aplicación del programa referente al contexto concreto del servicio o servicios.

Sólo cuando se tengan acreditados y comprometidos el número suficiente de circuitos completos de rotación que se estimen imprescindibles para ir satisfaciendo las necesidades de formación especializada en psicología clínica se debe proceder a la convocatoria oficial para la inscripción en el programa de formación. La convocatoria debe quedar limitada al número de plazas que impongan la capacidad docente de los circuitos de rotación acreditados, las necesidades cuantitativas que de estos especialistas tiene el sistema sanitario de la CAM y las posibilidades financieras.