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Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.

PAPELES DEL PSICÓLOGO
  • Director: Serafín Lemos Giráldez
  • Última difusión: Enero 2024
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Papeles del Psicólogo, 1996. Vol. (65).




ENTREVISTA A ANGEL CARCOVA

Colegio Oficial de Psicólogos.

Responsable de temas de Salud Laboral de CC.OO.

¿Cómo ves el tema de la gravedad de los riesgos en el trabajo?

Pues lo vemos lógicamente con preocupación. Sobre todo porque consideramos que el riesgo es evitable, es prevenible, y que no hay nada que justifique, ni razones económicas, ni mucho menos éticas o sociales, la pérdida de vidas humanas y de porciones de salud, por el acto de vender la fuerza de trabajo. Me parece que no hay que justifique que nuestro país tenga esas tasas tan desmesuradas de accidentes y de enfermedades por ir a trabajar.

En algunos casos, creo recordar que en la construcción fue donde primero se tomaron medidas muy concretas, y se notó una mejoría bastante importante, ¿no?

Sí, sí, no cabe duda que en aquellos sectores o empresas donde se aplican planes concretos, y acuerdos concretos, con implicación de las partes en la participación de los planes de prevención, las experiencias son ricas, son interesantes.

En un ranking de los diversos riesgos derivados del trabajo, ¿qué puesto asignarías a los riesgos de tipo psicológico?

En estos momentos la modificación que se está produciendo de la estructura productiva de nuestro país, y a nivel mundial, está dando lugar a que las formas de enfermar derivadas del trabajo tengan poco que ver con las formas clásicas que todo el mundo conocíamos de la primera Revolución Industrial. Es aquí donde entra en juego estas nuevas formas, estas nuevas patologías, que en algunos casos son epidemias; y donde una, sino la de mayor gravedad sí la más importante, a nivel de que afecta a la mayoría de los trabajadores hoy en este país, son todas aquellas formas de enfermar derivadas de lo que podríamos llamar la fatiga. Y dentro de la fatiga están las alteraciones fundamentalmente de tipo psicológico, alteraciones del sistema nervioso, alteraciones de la conducta, derivadas fundamentalmente por estas nuevas formas del trabajo moderno. En consecuencia, es fundamental hoy el abordaje de estas nuevas patologías desde una perspectiva, en este caso, jurídica, social, sindical, y económica también.

La actual Ley de Prevención de Riesgos Laborales, ¿crees que establece los suficientes supuestos preventivos como para ser efectiva, o por el contrario se ha ido a cubrir el expediente de unos requisitos impuestos por Europa?

Nuestro criterio es que la actual ley, con su desarrollo reglamentario, ofrece mecanismos de intervención, marca las pautas, ordena precisamente esa intervención en la prevención para empresarios y trabajadores.

Nosotros hacemos una lectura positiva en estos momentos de la ley. Insisto, porque consideramos que en estos momentos ya no hay excusa, ni para trabajadores ni para empresarios, que justifique la primera pregunta, es decir, el tema de los accidentes y de las enfermedades en el trabajo.

La respuesta, en consecuencia, a esta pregunta es: nosotros vemos esta ley como un instrumento eficaz, y que lo que hace falta es voluntad, por parte fundamentalmente de quienes tienen la capacidad de organizar el trabajo, que son los empresarios, de organizarlo sin riesgo, y de que cuando no se pueda evitar el riesgo organizar planes de intervención, planes de prevención, con la participación de los trabajadores. Esto va a ser, esto es hoy, la actual ley ya tiene este carácter. Si esto se completa con un desarrollo reglamentario que ya concrete mucho más lo que en la ley queda como principios generales, pues me parece que vamos bien.

La patronal, yo recuerdo que cuando el anteproyecto de ley estuve hablando con ellos; los vi muy interesados. Luego yo no sé si esto será efectivo en la práctica, o la práctica dejara bastante que desear, sin pasar de algunas buenas intenciones.

Pues mira, en estos momentos, si tú ves la última encuesta nacional de condiciones de trabajo, realizada por el Ministerio de Trabajo, es decir, por un organismo oficial, que es el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene, indica que en la práctica esa preocupación no se corresponde con la práctica diaria. ¿Por qué?, pues porque las tasas, los porcentajes de incumplimiento de normas, de obligaciones fundamentales, como es la de formar e informar a los trabajadores, la de darles cursos, la de vigilancia médica de la salud de los trabajadores... Insisto, los porcentajes de incumplimiento, de media superan el 80%, el 80% de los empresarios incumple sistemáticamente la normativa vigente, incluida hoy la Ley, ya vigente desde el diez de febrero, sobre prevención de riesgos. En consecuencia no me creo mucho lo de su preocupación.

Al hilo de lo que decías de las condiciones de trabajo, ¿consideras que las condiciones de trabajo, el consumo de alcohol, café, tabaco, y drogas en general, y los accidentes laborales pueden tener alguna relación entre sí?

Sí, claro que sí. Lo que sucede es que no tienen una relación de causa-efecto. Nosotros lo negamos sistemáticamente, porque estamos convencidos de ello, de que el consumo de alcohol, el consumo de drogas, todos aquellos factores que dependen de la conducta humana no son la causa, es una consecuencia. Es decir, hasta el momento se ha convertido a la víctima en culpable de todos los accidentes y de todas las enfermedades.

Antiguamente se decía que cuando un minero escupía sangre, se decía que en su familia eran débiles de pecho, hoy se sigue diciendo más o menos lo mismo. Y ahí es donde la psicología es una disciplina que ha jugado un papel, desde mi punto de vista, muy negativo, que ha contribuido y sigue contribuyendo a culpabilizar a la víctima de algo que es una consecuencia. Es decir, cuando un trabajador sufre un accidente, sufre una enfermedad, es porque hay un riesgo, si no existiera ese riesgo por mucho que se drogara, que se alcoholizara, no contraería esa enfermedad, y quien genera el riesgo no es el trabajador, es el empresario.

¿Debo entender que el riesgo en el trabajo lo genera el empresario?

Lo genera el empresario. En el estado actual de conocimientos hoy se puede decir que se puede organizar la producción, se puede organizar cualquier proceso productivo con alto riesgo, con medio riesgo, con un mínimo riesgo, con riesgo incluso cero. Otra cosa es, lo que normalmente decimos los sindicatos a nivel europeo, la afirmación en estos momentos, por parte, en general de la sociedad, de que la instancia principal de legitimación de una norma sea su eficacia económica; esto es verdaderamente lo que nosotros no podemos aceptar.

Es decir, que toda regla debe ser objeto de un análisis acerca de los costes y beneficios antes de su entrada en vigor. Parece que lo que hace falta es analizar los costes sociales. Porque incluso los costes económicos, lo que hoy cuesta al conjunto de la sociedad los accidentes y enfermedades en el trabajo, si fuéramos a ese discurso economicista de análisis económico, es incluso verdaderamente inaceptable desde el punto de vista económico. Supera los dos billones de pesetas, lo que hoy cuestan los accidentes laborales, en concepto de primas de seguros, en concepto de horas y jornadas perdidas por accidentes y enfermedades, en concepto de asistencia sanitaria, rehabilitación, en concepto de pensiones por accidentes...; la suma de todo ello supera los dos billones de pesetas. En consecuencia no hay justificación, ni siquiera económica.

Sin embargo hay una cosa importante, la psicología sí que ha hecho mucho hincapié en los temas de formación, quizá eso sería importante para evitar el riesgo laboral.

Hombre, claro. Lógicamente, la afirmación que yo decía antes, de la disciplina de la psicología, sobre todo de la psicología industrial, como se ha estudiado hasta ahora, pues no se puede generalizar, toda generalización se dice que comporta el riesgo de cometer algún tipo de error. Quiero decir, que efectivamente ha contribuido a un elemento que desde nuestro punto de vista es fundamental, y es que no se puede hacer, no se puede participar, ni intervenir, ni hacer prevención desde el desconocimiento.

Y en ese sentido sí es importante la contribución de la psicología, en este caso podríamos llamarla psicología del trabajo, al conocimiento como factor fundamental de intervención, y en consecuencia como acto voluntario, y como determinante de conductas favorecedoras de la prevención, tanto individuales como colectivas.

La siniestrabilidad laboral entre hombre y mujer es muy distinta, lo dan las estadísticas. ¿crees que esto tiene que ver con unas distintas condiciones de trabajo, o más bien se debe a un distinto nivel de asunción del riesgo?

Tiene que ver con una situación de la mujer en la sociedad, con el rol que juega la mujer en la sociedad, y en consecuencia en el mundo del trabajo. De tal forma que el problema hoy, de la mujer en relación al trabajo y a la salud en el trabajo, lo tiene todavía mucho más complicado que el hombre, por toda la serie de razones de doble jornada, de situación de precariedad institucionalizada, donde a la mujer le afecta doblemente, con procesos de trabajo a domicilio, trabajo sumergido...

En general toda una serie de formas precarias de trabajar que afectan fundamentalmente y básicamente mucho más a la mujer que al hombre. En consecuencia, son procesos que al no ser controlados pues las repercusiones sobre la salud son trágicas, y ahí tenemos el caso desde hace unos años del síndrome "Ardystil", que fundamentalmente afectó a mujeres.

¿Consideras que la precariedad en los contratos de trabajo puede influir en la mayor siniestrabilidad laboral de los más jóvenes?

Sí, el perfil hoy del accidente de trabajo, de casi el 100% del accidentado, se da, en trabajadores con edades comprendidas entre dieciocho y veinticuatro años, trabajadores de una pequeña empresa y con contrato precario. Este sería el perfil de casi el 100%. En consecuencia, hay una relación directa entre precariedad y siniestrabilidad.

Hay otra cosa también que nosotros hemos detectado mucho en las consultas, y es la cantidad de trabajadores que vienen con problemas de verdadera ansiedad, de verdadera angustia, porque saben que el trabajo se les acaba y luego quizá no vayan a encontrar otra vez empleo.

Sí, nosotros hemos hecho investigaciones, algunos estudios, donde efectivamente, ésta es una variable muy importante, el tema de cómo influye en la salud de los trabajadores las formas de subempleo, que va desde este tipo de acceso al mercado de trabajo, de personas jóvenes, habría un tercer elemento, o un cuarto elemento en ese perfil, que era que al ser personas entre dieciocho y veinticuatro años, de pequeña empresa y con contrato en precario, había un elemento que para nosotros es determinante, y es el tema de nula formación sobre los riesgos a los cuales está expuesto.

Además, el miedo al desempleo, efectivamente, es uno de los temas, al cual hemos dedicado varios estudios. Nosotros sobre todo hemos muestreado a población laboral en procesos sometidos a reconversión industrial, pues Cartagena, Linares, Gijón, Ferrol, Reinosa; todas aquellas poblaciones que han sido sometidas a procesos de reconversión nos acercamos a intentar indagar qué costes sociales tenía ese miedo al desempleo.

Y, básicamente, los datos más importantes demostraban, por una parte un aumento, se multiplicaban hasta por cinco, por ejemplo en el caso de Asturias, las consultas de tipo psiquiátrico, psicológico, aumento de un incremento del 28% del consumo de psicofármacos, sedantes, somníferos, etc., etc., en este tipo de poblaciones.

En definitiva, bueno, así hay toda una serie de datos que demostrarían que efectivamente hay una relación directa entre el miedo al desempleo y alteraciones de tipo psicológico.

Consideras que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, ¿es un primer eslabón para una futura Ley de Salud Laboral, o por el contrario es una ley que protege lo suficientemente la salud de los trabajadores?

Hay un estudio comparativo hecho por una oficina sindical de Bruselas, que ha comparado cómo se ha hecho la trasposición en los quince estados miembros, de la directiva marco. Y con mucho, la normativa española es la que más ha desarrollado la propia directiva marco. Eso no indica que nosotros estemos satisfechos, la prueba está en que ha llegado tarde, ha llegado con seis años de retraso respecto a cuando tenía que haberse puesto en funcionamiento. Lo que pasa es que lo que nosotros decimos es que hoy no podemos ya perder el tiempo, más tiempo en ver las deficiencias, y en quedarnos en la parte negativa de la ley, la ley no sería la ley que nosotros hubiéramos hecho, esto lo dejamos claro, no es nuestra ley; pero es un instrumento, insisto, eficaz, y tenemos que hacer lo posible para que sea un instrumento eficaz. Pero después es que, objetivamente, hay estudios que demuestran que Ley española de Prevención de Riesgos Laborales es con mucho muy superior a otras de otros países.

El problema va a ser insisto, de tipo cultural, de voluntad, de modificar, unos valores implantados en esta sociedad, fuertemente arraigados entre empresarios y trabajadores, que es el valor del monetarismo.

Ese es el gran enemigo de la ley. Es decir, la ley no es ni mejor ni peor, el problema va a ser si trabajadores van a estar en condiciones de exigir y de que se cumplan las obligaciones empresariales y exigir sus derechos, y va a estar en que los empresarios asuman algún día que el riesgo es inaceptable, y que en consecuencia tienen que invertir en seguridad, éste es el tema.

Para terminar, una pregunta doble, ¿qué riesgos percibes en tu ámbito de trabajo?, Y, ¿consideras que las condiciones de trabajo del ámbito en que te desenvuelves mejorarían si se aplicasen los preceptos de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales?

Bueno, en principio si la ley se pone en marcha, no cabe duda de que esto implica la ordenación, de la prevención de riesgos en la empresa, implica que se evitarían, porque la primera norma es evitar el riesgo. Entonces, se han de evitar, y se evitan riesgos. Aquellos riesgos que no se puedan evitar van a ser evaluados, de esa evaluación se desprende un plan de prevención, ese plan de prevención deben de hacerlo trabajadores y empresarios con la ayuda de unos profesionales, a través de lo que la ley crea que son los servicios de prevención.

Y el conjunto de estas actuaciones, de estos tres instrumentos: evitar el riesgo, evaluarlo, hacer el plan de prevención con la participación de tres bazas fundamentales, empresarios, trabajadores y profesionales; con esos tres elementos yo estoy convencido de que las condiciones de trabajo en este país van a modificarse, lógicamente a mejorarse sustancialmente.

Ahora, se tienen que dar una serie de condiciones, que desde mi punto de vista, insisto, son más de tipo cultural, que de la bondad o no de una norma. Porque insisto, si se sigue produciendo un incumplimiento de más del 85% de la norma, pues ya podemos tener la mejor ley del mundo.

¿Se sigue viendo esa tendencia de los empresarios de pagar el riesgo en vez de prevenirlo?

Ni tan siquiera de pagarlo, en estos momentos su obsesión es incumplir, seguir incumpliendo. Los empresarios, ahora nos vamos a ver con ellos.

Yo me refería a que si un puesto de trabajo puede tener un cierto riesgo a los empresarios les es más cómodo dar un pequeño plus de peligrosidad.

Sí, en el mejor de los casos eso sigue siendo así, pero insisto, en el mejor de los casos, porque hasta hoy, hasta en eso, en el tema de pagar salud por dinero, intercambiar, pues hasta en eso se ha retrocedido bastante.

Lógicamente también con una campaña fuerte buscada por los sindicatos desde hace ya años, bajo el lema de, "la salud no se vende, se defiende".

Pero yo insisto en que los empresarios, en estos momentos, tienen el esquema mental siguiente, lo digo porque lo dicen públicamente: la ley es una ley de máximos, o sea, es una ley muy general, que impide su cumplimiento. Totalmente falso.

Esto han venido diciéndolo desde hace unos meses, desde que entró en vigor; ahora lo que plantean es: ojo, no nos pasemos de desarrollo reglamentario no vaya a ser que con tanto desarrollo reglamentario impidamos el cumplimiento de la propia norma.

Es decir, es tal el cinismo, tal la falacia, que antes porque era una norma muy general, ahora cuando estamos ya negociando, porque ahora, tenemos una reunión para negociar ese desarrollo reglamentario, lo que dicen es, no nos pasemos de reglamentistas no vaya a ser... Entonces lo que están pidiendo en definitiva es una desregulación de todo aquello que afecta a la salud y a la seguridad en el trabajo en aras de la competitividad, etc., etc.

Esto es un poco lo que piden. Pero lo piden directamente, es decir, en la negociación del reglamento de servicios de prevención lo que piden es que en el mejor de los supuestos el reglamento que desarrolla la ley en el tema de los servicios de prevención, entre en vigor dentro de cinco años. ¡Pero esto es de locura, esto es de locura! Están pidiendo manga ancha, libertad, esto es liberalismo puro y duro.

Bueno, pues por mi parte nada más, darte las gracias.

Pues nada, a defender los derechos de los trabajadores.

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