Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 2002. Vol. (82).
Juan Carlos Duro Martínez.
Director de la Revista Papeles del Psicólogo
Juan Carlos Duro: ¿Nos puede resumir la situación de la psicología en Portugal?
Leandro Almeida: Como la mayoría de las otras Ciencias Humanas y Sociales, la Psicología en las Universidades Portuguesas tiene como punto de partida la Revolución de los Claveles en Abril de 1974.
A pesar de no tener gran tradición, se presenta hoy en los medios académicos y en la sociedad portuguesa como un área de investigación y de práctica profesional muy reconocida y valorada. La carrera de Psicología aparece hoy como uno de los más solicitadas por lo jóvenes, lo que, de hecho, justifica la proliferación de cursos y el elevado número de plazas en la instituciones de enseñanza superior en el área de Psicología en Portugal. La importancia y la especificidad de los psicólogos se muestra cada vez más divulgada entre el público y las instituciones, lo que para un país que no posee un organismo de representación de clase instituido por poderes públicos, como es el caso del Colegio Oficial de Psicólogos de España, es muy importante.
JCD: ¿Cómo se autoriza el ejercicio de la profesión en Portugal?
LA: En Portugal, concluida la carrera de Psicología de 4 o 5 años, los diplomados se dirigen a las dependencias del Ministerio de Trabajo para obtener una "carteira professional", que los habilita para el ejercicio profesional. Ningún organismo ligado a la psicología o a los psicólogos controla la emisión de ese documento, por lo que muchos psicólogos ejercen esta profesión sin ningún documento gubernamental. En estas condiciones tan adversas, explicadas por la falta de unidad de los propios psicólogos y alguna retirada de inversiones de las escuelas superiores que forman a los psicólogos, la reputación profesional de los propios Psicólogos se elabora a partir de las opiniones de los pacientes y, en caso de situaciones más graves, por los propios tribunales. Desgraciadamente, es una situación que no tiene sentido, en un país que pretende ser moderno y que para una población de 10 millones posee ya más de 6.000 psicólogos formados. Pero peor que este número, ya de por sí elevado, es la situación anómala que supone el aumento en los últimos años del número de escuelas públicas y privadas con curso de formación de psicólogos, además con la agravante de que las escuelas privadas aceptan en algunos casos varias centenas de alumnos.
JCD: ¿Cómo piensan llegar a controlar esta situación?
LA: Para empezar sería necesario definir, con nuestros colegas europeos, un currículo mínimo de formación en psicología. Ese mínimo garantizaría que todos tuviesen una formación sólida y común, aunque cada escuela tuviese la libertad de ofrecer opciones y dar espacio a la singularidad de proyectos, de ideas y de profesores.
En segundo lugar, importa definir que para ser psicólogo en la práctica no bastan los 4 o 5 años de la carrera. Después de este período de formación básica, se debería organizar la formación especializada en las diferentes áreas de la psicología o considerando los distintos problemas y grupos etarios.
Si no se hace nada, entonces interesa informar al público para que él mismo asuma el control buscando servicios acreditados como válidos, lo que a decir verdad no es tarea fácil.
JCD: ¿Cómo se forma a los psicólogos en Portugal?.
LA: Sea en las escuelas publicas sea en las privadas, los alumnos entran después de la conclusión del 12º año de la secundaria. La carrera de Psicología es un titulación superior de 4 o 5 años, en lal que los alumnos están acudiendo a clases de psicología desde el primer año, aunque al principio con materias de biología, estadística y ciencias sociales. El último año o los dos últimos, los cursos exigen que los alumnos escojan un área de pre-especialización en psicología (clínica, escolar, deportiva, social, justicia…).
Claro está que se trata de una pre-especialización, sin embargo a veces los profesores y los alumnos asumen tales áreas curriculares como especializaciones, ya que en Portugal se incluye un amplio período de prácticas bastante largo (6 o 9 Meses).
Al final del curso algunos se sienten ya especializados, se arrogan de especialistas y ofrecen servicios de especialista con ese pretendido estatuto. Como esta formación es condición necesaria y suficiente, hasta la actualidad, para obtener del gobierno el título de psicólogo profesional, el equívoco esta instalado….
JCD: ¿Existen buenas oportunidades de empleo para los psicólogos en Portugal?
LA: Las oportunidades de empleo acompañan el ritmo del desarrollo del país, las inversiones hechas en las propias áreas sociales y la propia situación económica. Desafortunadamente, en los últimos años y en la actualidad los indicadores que tenemos no son los más favorables. En el sector público no surgen nuevos lugares para psicólogos, por su parte los psicólogos existentes son aún muy jóvenes para jubilarse y ser sustituidos.
A pesar de esto, ha sido posible abrir otras áreas de intervención para los psicólogos (comunicación social, intervención comunitaria, urgencias infantiles, deporte), Aunque se mantenga un mayor volumen de entradas de los psicólogos en las áreas de educación, de salud, de apoyo y reinserción social, de trabajo y de justicia. El volumen de diplomados, sin embargo, no para de crecer en Portugal y, por otro lado, algunas coordenadas del ejercicio de la psicología no se encuentran debidamente definidas. Por ejemplo, no siempre se reconoce la autonomía científica y técnica del psicólogo en algunos servicios donde otros profesionales llegaron antes y dirigen los contratos laborales de los psicólogos, sobretodo de los más jóvenes, contratos que no siempre existen; se abusa de la situación de trabajo temporal y de la falta de una experiencia laboral definida, incluso en las administraciones públicas.
JCD: ¿Cuál es la situación de los psicólogos portugueses en términos asociativos?
LA: He estado siempre unido al movimiento asociativo de los psicólogos en Portugal, y soy ahora mismo un poco pesimista. No se produjeron avances que se deberían haber hecho hace tiempo, y ahora pienso que el individualismo de los profesionales o la agrupación en pequeñas sociedades ha abortado la oportunidad y el sentido de necesidad de una asociación general de convergencia de todos los profesionales.
Si además de esto esa asociación de convergencia nacional pretende instituir alguna manera de acreditación y de control de la formación y del ejercicio profesional, entonces las divergencias son aún mayores. Pero, hablando en términos asociativos, tenemos cuatro asociaciones en Portugal de índole nacional. Dos de ellas, o sea la Sociedad Portuguesa de Psicología (SPP) y la Asociación Portuguesa de Psicología (ASP) son asociaciones de carácter científico que reúnen a psicólogos y otros estudiosos de la psicología, realizan congresos y publican su propia revista.
Tenemos también dos asociaciones con preocupaciones más profesionales, el Sindicato Nacional de Psicólogos (SNP) y la Asociación de Psicólogos Portugueses (APPORT), que no tienen el dinamismo que sería necesario y, sobretodo, la APPORT prácticamente ha desaparecido en los últimos años. La creación del Consejo Nacional de Psicólogos(1991), decidido por las cuatro asociaciones ya mencionadas, fue también un momento importante pues fueron aprobados y presentados al Gobierno una propuesta de estatutos para una Asociación Pública de Psicólogos. Desgraciadamente, el gobierno de 1993 no tomó este proyecto como prioritario, y al mismo tiempo los propios psicólogos y las asociaciones fundadoras fueron desmotivándose.
JCD: ¿Cómo ve este III Congreso Iberoamericano de Psicología?
LA: Me parece que para la psicología técnica y profesional y para los psicólogos portugueses, el contacto con la realidad de los demás países es muy positiva. Sólo llegaremos a los parámetros europeos de formación y de ejercicio profesional a través de la propia presión de nuestros colegas que integran la Comunidad Europea. A su vez, el Congreso Iberoamericano de Psicología es una oportunidad de estrechamiento de relaciones y de intercambio entre la psicología y los psicólogos próximos, cultural y lingüísticamente, entonces las ganancias serán más significativas. Perdidos los modelos francófonos, dominando en todos los frentes los modelos anglosajones, ¿tendremos materia y ganas para construir y trabajar modelos que nos puedan ser más propios?.
Una lectura menos intrapsíquica o intra-individual del desarrollo y de los problemas psicológicos nos podrá llevar a abordajes más centrados en los contextos educativos y comunitarios donde viven y se desarrollan los individuos, sus grupos e instituciones, convirtiendo al psicólogo en el especialista de la interacción, de la comunicación, del desarrollo o de la formación. A mi parecer éstos son algunos de los ingredientes que nos caracterizan en cuanto a la psicología y que, si fueran más analizados, podría servir a ese objetivo.