Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 2002. Vol. (82).
Diana María Agudelo Vélez, Silvia Blanco Roso, Juana María Bretón López, Gualberto Buela-Casal, Begoña Enriquez Megías, Mª Luz Espinosa Pacheco y Mª Isabel Vega Betoret
Facultad de Psicología. Universidad de Granada
Comunicar los descubrimientos por escrito implica un compromiso con esos descubrimientos y la interpretación que se les dé y expone al autor tanto a la crítica como al elogio"
Sternberg
El presente artículo plantea algunas consideraciones sobre la realización de estudios referidos a la investigación académica. De este modo, asuntos tales como el concepto de "investigación académica", la utilización de criterios para establecer comparaciones entre universidades y los efectos de utilizar o no determinados criterios, han sido precisados en este trabajo.
El estado de la psicología en España ha protagonizado en los últimos meses, varias investigaciones de gran difusión nacional: Alcain Partearroyo y Carpintero (2001), Sánz (2001); Civera y Tortosa (2001). El tema genera, por razones obvias en las que no se reparará por cuestiones de espacio, un gran interés y puede ser abordado desde muy diversas perspectivas.
El presente trabajo plantea, como objetivo principal, analizar las diferentes explicaciones adjudicadas a los resultados obtenidos en dichos estudios, particularmente en el último que se ha publicado, realizado por Civera y Tortosa (2001) sobre el "Estado de la Investigación Psicológica en España: el grado de Doctor y la Investigación Académica (1976-1998)". De ninguna manera se pretende restar importancia a dicho trabajo. La iniciativa de llevar a cabo investigaciones sobre este tema siempre es recibida con entusiasmo al intentar enmarcar el estado y la evolución de la disciplina psicológica. La motivación que guía el trabajo responde al deseo de realizar una crítica constructiva que pueda ser tenida en cuenta en futuros estudios de esta índole.
Para poder escribir un artículo son necesarias muchas cosas, pero resulta especialmente importante, el saber por qué y para qué se escribe, ya que no puede obviarse que, en mayor o menor medida, tendrá una serie de consecuencias. Igualmente básico y prioritario sería, por lo tanto, tener muy claro el criterio que se va a seguir durante el mismo. A este asunto ya han hecho alusión en esta misma revista, autores como Yela (1990) y Buela Casal (2001).
Llama la atención que de manera reiterada en muchos artículos, se evidencia la ausencia de criterios a la hora de escribir; y si el artículo da cuenta de la investigación, entonces cabría la pregunta de si esa carencia acompaña también a la investigación, en cuyo caso el asunto merece ser tratado con mayor detalle.
Destaca por ejemplo, el hecho de que el título del artículo sea más general que el propio objetivo, lo cual ya va mostrando cierta incongruencia. Sería lógico que si el estudio gira en torno a las tesis doctorales, se hablara concretamente de dichos trabajos de investigación, y no de la investigación académica en un sentido más amplio. Según esto es conveniente precisar qué se entiende por investigación académica, ya que por lo que puede deducirse, para los autores hace referencia a investigaciones realizadas dentro de la universidad, con lo cual se incluyen además de las tesis doctorales, aquellos trabajos realizados por docentes y grupos de investigación. Sin embargo, en el estudio citado se habla específicamente de tesis doctorales, sin hacer ninguna referencia a este otro tipo de investigaciones.
De la misma manera sería dudoso para cualquier lector asumir que el rango 1976-1998 corresponda a "los últimos años", tanto por su amplitud, como por el hecho de que los primeros licenciados en psicología son de principios de los años setenta, con lo cual incluso podría decirse que el estudio revisa el estado de la investigación psicológica desde sus inicios.
Por otra parte es conveniente analizar la diferencia que existe entre la producción y la productividad, en cuanto el primer criterio se refiere a la cantidad, tal como bien lo señala el estudio, pero sería más relevante analizar el índice de productividad para lo cual sería necesario realizar un estudio demográfico que permita calcular de manera diferenciada la producción investigativa en función de factores como el surgimiento y crecimiento de las universidades españolas y el desarrollo de programas doctorales, lo cual va estrechamente relacionado con el aumento de docentes por áreas específicas de conocimiento y en consecuencia con el incremento de estudiantes inscritos en determinados programas de doctorado. Una revisión de tales índices de crecimiento de la Universidad española entre 1968 y 1997 se puede encontrar en Blanco (1998).
Este análisis serviría no sólo para estimar la productividad, sino para establecer el índice de fracaso a nivel de los programas de doctorado.
De acuerdo con lo anterior, la comparación entre universidades tendrá que considerar cómo aquellas de mayor antigüedad y en consecuencia, protagonismo, registrarán mayor producción intelectual que aquéllas recién fundadas y al mismo tiempo podrá explicar cómo la tradición académica de las primeras puede influir en la formación de docentes y doctores, pero esto no necesariamente refleja la productividad, puesto que a razón del número de docentes y estudiantes, la producción científica puede ser más significativa en Universidades con menor población donde se registra un alto índice de investigación por período académico, que en otras con mayor volumen de estudiantes y docentes. Valdría la pena en este sentido, hacer una precisión con respecto a los datos cuando se habla, por ejemplo, que en la Universidad Complutense de Madrid se han defendido 515 tesis, la pregunta sería ¿entre cuántos estudiantes y a lo largo de cuántos años? ¿cuántos de los matriculados en el doctorado no llegaron a ser doctores?. Además no se analiza el hecho de que muchas tesis sean dirigidas y en consecuencia leídas en Universidades distintas a aquellas en las cuales fueron realizadas, con lo cual, en rigor, es muy complejo establecer la denominación de origen de las tesis doctorales y plantea una dificultad a la hora de contabilizarlas en términos del criterio que se emplee, esto es, ¿dónde se realizaron?, ¿quién las dirigió? ó ¿dónde fueron leídas?.
Es conveniente analizar las bases que sostienen afirmaciones como: " no hay duda del crecimiento (en cantidad y calidad) de la investigación en Psicología en las diferentes universidades españolas". Se habla de un aumento de la calidad, pero, ¿con base en qué criterio se hace esta afirmación?, ¿acaso se han evaluado cada una de los 3.163 tesis?.
Por otra parte cuando se plantea un estudio sobre la investigación psicológica, también se hace necesario indicar el criterio elegido para registrar, cuáles se consideran tesis psicológicas y cuáles no. Esto porque es diferente si el criterio empleado es que contengan algún descriptor relacionado con la ciencia psicológica para ser consideradas como tales, o que el criterio elegido tenga que ver con que sean investigaciones realizadas en doctorados de psicología, con lo cual se daría por hecho su carácter psicológico. De ninguna manera esto quiere excluir la relevancia de los estudios interdisciplinarios, pero quiere precisar que no es igual considerar una tesis doctoral en medicina que toca algún asunto psicológico, a considerar una tesis en psicología que registra un trabajo interdisciplinario con cualquier otra área del conocimiento.
Atendiendo a los datos obtenidos en este estudio sobre la procedencia de las diferentes tesis doctorales presentadas, se considera conveniente hacer la siguiente reflexión: teniendo en cuenta que sólo algunas de las tesis abarcadas en este estudio proceden de facultades de Psicología, ¿por qué no se ha centrado dicho estudio en estas tesis?.
Por otra parte es importante que en la discusión de los resultados se realice un intento por explicar los hallazgos y relacionarlos con la información que se tiene, proveniente de otros estudios y de la revisión bibliográfica en general. De hecho, éste es el apartado más interesante de un artículo. Podría explicarse cómo, por ejemplo, la "prevalencia" de tesis doctorales en temáticas como la salud, el tratamiento y la prevención y los trastornos psicológicos y físicos, señaladas como las de mayor presencia en el estudio, puede estar relacionada con el aumento de docentes en las áreas de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico y Psicología Evolutiva y de la Educación, según los hallazgos de Blanco (1998).
De igual manera podría intentar explicarse cómo el aumento de la investigación, puede ir de la mano con el incremento de los programas de doctorado y el crecimiento general de la Universidad, ya que a pesar que se mencionan tímidamente en los resultados, no se retoman para fortalecer la discusión en cuanto a las tendencias en las tesis doctorales. En este sentido vuelve a enfatizarse la necesidad de saber por qué y para qué se escribe un artículo, y sobre qué criterio se hace, ya que el hecho de que queden tantas cuestiones en el aire podría conducir a una interpretación incorrecta de los resultados, con respecto a la imagen que se crea acerca de asuntos decisivos como la formación doctoral, lo cual no sería muy afortunado considerando además, la alta difusión de este artículo.
Finalmente y siguiendo a Sternberg (1996) es conveniente plantear que si bien, escribir un artículo tiene como objetivo comunicar, hacer público un conocimiento, también es cierto que esa transmisión exige una rigurosa organización y exposición de las ideas, es decir, lo que se dice es importante, pero también lo es decirlo de la mejor manera.
BIBLIOGRAFÍA
Alcain Partearroyo, M.D. y Carpintero, H. (2001). La Psicología en España a través de las revistas internacionales: 1981-1999. Papeles del Psicólogo, 78,11-20
Blanco, A. (1998). Requisitos y necesidades de formación para la psicología del siglo XXI. Revista de Psicología General y Aplicada, 51, 149-172.
Buela-Casal, G. (2001). La Psicología en España y su proyección internacional. El problema del criterio: internacional, calidad y castellano y/o inglès. Papeles del Psicólogo, 79, 53-57.
Civera, C. y Tortosa, F. (2001). Estado de la Investigación Psicológica en España: el grado de doctor y la investigación académica (1976-1998). Papeles del Psicólogo, 79, 42-52
Sanz, J. (2001). La dècada de 1989-1998 en la Psicología española: Análisis de la investigación en Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico (Psicología Clínica y de la Salud). Papeles del Psicólogo, 81, 54-87.
Sternberg, R. (1996). Investigar en Psicología. Barcelona: Paidós.
Yela, M.(1990). Evaluar qué y para qué. El problema del criterio. Papeles del Psicólogo, 46/47, 50-54.