INFORMACIÓN

Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.

PAPELES DEL PSICÓLOGO
  • Director: Serafín Lemos Giráldez
  • Última difusión: Enero 2024
  • Periodicidad: Enero - Mayo - Septiembre
  • ISSN: 0214 - 7823
  • ISSN Electrónico: 1886-1415
CONTACTO
  • Dirección: c/ Conde de Peñalver 45, 5º
    28006 Madrid
  • Teléfono: 91 444 90 20
  • Fax: 91 309 56 15
  • Email: papeles@cop.es

Papeles del Psicólogo, 1983. Vol. (10-11).




SALUD Y PSICOLOGÍA

La Junta de Gobierno

Cuatro Leyes Básicas van a configurar la Reforma de la actual administración sanitaria: las de Defensa del Consumidor, de la Sanidad, del Medicamento y de la Sanidad Alimentaria. La segunda de ellas, la Ley Básica de la Sanidad atañe muy directamente al futuro de nuestra profesión.

Si tal Ley se limitara a revisar el lado administrativo y gerencial del sistema sanitario no tardaríamos en oír lamentos sobre la nueva "ocasión perdida" para la reforma sanitaria. Es cierto que la actual gestión de los entes sanitarios no resiste la crítica de cualquier persona medianamente familiarizada con las normas administrativas generalmente admitidas; establecer controles y racionalizar el gasto son tareas imprescindibles y urgentes. Pero la reforma sanitaria no puede reducirse a esas "imprescindibles y urgentes" tareas: busquen afanosamente debajo de las alfombras, lleven a los tribunales a los defraudadores; pero no se limiten a eso: definan, sobre todo, un nuevo modelo sanitario que parta de unas bases distintas a las del actual.

Afortunadamente ese parece ser el criterio del ministro de Sanidad y Consumo, Ernest Lluch, a tenor de sus declaraciones públicas.

La medicina exclusivamente curativa que se ha venido practicando en España está mostrando día a día su inadecuación para resolver los problemas de la salud y de la enfermedad. En los foros científicos en que se analizan estos problemas se afirma que no pocos factores del comportamiento contribuyen a la salud o enfermedad de los ciudadanos; algunos de los trastornos más importantes surgen en función del estilo de vida o, al menos, reciben de él variados estímulos: hábitos tales como el de fumar, el consumo de bebidas o de drogas son factores de riesgo importantes; ciertos modelos de alimentación o regímenes de vida en los que el ejercicio es insuficiente, conducen a la enfermedad; ante extremas exigencias sociales los individuos responden inadaptativamente, empujados a senderos en los que la medicación excesiva es inevitable; su destino es el "estrés"...; hablar, en 1983, de enfermedades cardiovasculares o renales sin referirse a las causas de la hipertensión, o estudiar traumatismos con pérdidas funcionales, o el cáncer, sin traspasar el "sagrado recinto" del modelo médico tradicional es situarse ante el dilema de la enfermedad y la salud como lo haría la estatua de Lot: inmóvil y mirando hacia atrás.

Hay que hablar de salud, no sólo de enfermedad, aunque, eso sí, sin emular a la estatua de Lot, ni a ninguna otra, es decir situándose en la contemporaneidad. Un enfoque contemporáneo del problema integrará en la salud lo físico y lo psicológico con el contexto social; se referirá, al estudiarla, tanto al individuo como a la familia, tanto a los grupos como a las instituciones, a la comunidad en su conjunto.

Un nuevo modelo sanitario tendría que tener como objetivo fundamental la promoción de la salud. Lo asistencial se complementaría con la prevención, la rehabilitación y la reinserción social.

Al necesario giro de la política sanitaria, que acerque tal modelo, los psicólogos y la psicología pueden aportar un capital de primer orden: existe en nuestra profesión un potencial de saberes y de personas subempleados. Su utilización plena modificaría importantes aspectos negativos de la actual administración sanitaria, tanto al ejercer sus técnicas con los ciudadanos, como al utilizarlas en la mejora de la interacción entre los diversos participantes en el sistema de salud.

Salud y ciencias del comportamiento tienen más puntos en común de los que ciertas tradiciones sanitarias reconocerían. Este es el momento, cuando se va a elaborar una Ley Básica de Sanidad, de recordarlo.

Una vez publicada la revista, el texto integro de todos los artículos se encuentra disponible en
www.papelesdelpsicologo.es