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PAPELES DEL PSICÓLOGO
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Papeles del Psicólogo, 1998. Vol. (69).




PSICOLOGÍA DE LA SALUD Y PSICOLOGÍA CLÍNICA

Jesús Rodríguez-Marín

Departamento de Psicología de la Salud. Facultad de Medicina. Universidad "Miguel Hernández" de Elche (Alicante)

Este artículo analiza la relación entre la Psicología de la Salud y la Psicología Clínica. Se definen la Psicología Clínica y la Psicología de la Salud, analizando sus puntos de conexión y coincidencia y sus diferencias, postulando la necesidad de su distinción por razones conceptuales y pragmáticas. Se apoya la idea mantenida por el Grupo de Trabajo en Psicología de la Salud de la EFPPA, de que la Psicología de la Salud tiene que ver con los aspectos cognitivos, emocionales y comportamentales asociados a la salud/enfermedad físicas; de que la Psicología de la Salud se preocupa primordialmente de la salud y enfermedad físicas y del cuidado de la salud física (aun reconociendo que la salud física y la salud mental están interrelacionadas); mientras que la Psicología Clínica se preocupa primordialmente de la evaluación, predicción y alivio de los trastornos de la salud mental (cognitivos, emocionales y comportamentales). Finalmente la propuesta es que, dado que existen aspectos complementarios, suplementarios, y sinergias, se puede , de hecho, plantear la disolución de las diferencias y la consideración de un área común, que se ha venido a denominar "psicología clínica y de la salud", que sería la mera suma de ambos campos, mediante la cual se pueden obtener ciertos beneficios pragmáticos, pero que genera, sin duda, costos conceptuales y metodológicos no despreciables.

This paper studies the relationship between the Psychology of the Health and the Clinical Psychology. They are defined the Clinical Psychology and the Psychology of the Health, analysing their coincidences and their differences, and postulating the necessity of their distinction for conceptual and pragmatic reasons. The idea maintained by the Task Force on Health Psychology EFPPA, of that the Health Psychology is concerned with cognitive, emotional and behavioural, aspects related to physical health and/or physical illness. Health Psychology concerns mainly physical health and physical illness (recognising that the physical health and the mental health are interrelated); while the Clinical Psychology gets mainly worried of the evaluation, prediction and relief of the mental disorders. Finally the proposal is that, granted that there are complementary and supplementary aspects, one could consider a common area, that one can denominate "clinical and health psychology", that it would be the addiction of both fields, by means of which one could get certain pragmatic proceeds, but it would generate, without a doubt, conceptual and methodological

Psicología y Salud

Como es bien sabido, la Psicología nació vinculada a la Fisiología y a los laboratorios experimentales. Sin embargo, desde muy temprano, incluso antes de su "nacimiento científico", la Psicología estuvo vinculada al mundo de la salud fundamentalmente a través de su colaboración con el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades mentales. Esta vinculación de la Psicología con la enfermedad mental se produjo tradicionalmente definiendo un área de trabajo que es el que ha recibido la denominación Psicología Clínica. Desde esa perspectiva, la unidad de análisis e intervención ha sido siempre el individuo con trastornos cognitivos, emocionales y/o comportamentales, con o sin base biológica. Este énfasis individual y sobre los trastornos se refleja claramente, como escribe Holtzman (1988) en los textos de las escuelas dominantes de psicoterapia, y en los patrones de empleo de los psicólogos que proporcionan servicios de salud. En este marco, por lo general, se considera que el cliente es una persona que ha solicitado tratamiento o que ha sido sometido al cuidado de un psicólogo, y, en él, la relación personal establecida entre el terapeuta y el cliente es un factor importante en el éxito del tratamiento (Holtzman, 1988).

La Psicología se vinculó, pues, al mundo de la salud desde la perspectiva de la enfermedad mental, como psicología clínica, colaborando estrechamente con la psiquiatría. La salud y la enfermedad física no entraron en el panorama de la Psicología hasta casi finales de la década de los 70. En esos momentos, gracias a los tremendos avances de la medicina científica, se había producido un aumento espectacular de la expectativa de vida de los seres humanos, y una sustitución de las enfermedades agudas/infecciosas por las enfermedades crónicas como principales responsables de la morbilidad y mortalidad. Al mismo tiempo fue creciendo la convicción de que las personas que sufren enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades respiratorias, enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades de transmisión sexual, a menudo las han contraído o agravado como resultado de su comportamiento descuidado, peligroso o insalubre. Los malos hábitos alimentarios, el abuso del alcohol y del tabaco, la negativa a cumplir con las prescripciones sobre la higiene y/o la seguridad, y la falta de destrezas de afrontamiento del estrés generado por acontecimientos vitales, son algunos de los comportamientos más relevantes a ese respecto.

El comportamiento juega, además, no sólo un papel causal en el desarrollo, curso y resultado de la enfermedad, sino también como causa de discapacidad física. Cada año unos 400 millones de personas son heridos por accidentes (de tráfico o no) debidos a comportamientos inadecuados, o por comportamientos violentos intencionados o autolesiones, lo bastante serios como para exigir cuidados médicos (Diekstra, 1989).

Por ello, los psicólogos se fueron implicando cada vez más en el análisis y consideración de tales comportamientos, y, posteriormente, en la de los concomitantes psicológicos de muchas condiciones de salud que hasta ahora se habían considerado como de naturaleza exclusivamente física o médica. Eso amplió el campo de las relaciones entre Psicología y Salud, y generó, en parte, el nacimiento de una nueva área de aplicación de la psicología al campo de la salud, primero bajo las denominaciones de Medicina Psicosomática y Psicología Médica, con un ámbito más reducido, y, finalmente, como Psicología de la Salud. Es la propia historia de los acontecimientos la que hace, pues, relevante la diferencia entre hablar de "Psicología Clínica" y "Psicología de la Salud" dentro del amplio marco de la aplicación de la Psicología al campo de la salud.

La Psicología Clínica

Aunque, naturalmente, la aproximación clínica de la Psicología, en cuanto disciplina científica, ha de ligarse igualmente a la aparición de la propia Psicología como tal, en la mitad del siglo XIX, sin embargo, la aparición formal de la Psicología Clínica puede establecerse en 1896, en la Universidad de Pennsylvania, y ligada a Lighner Witmer y a su grupo de trabajo, que se centró fundamentalmente en niños, y en pacientes con trastornos del lenguaje y del aprendizaje (McReynolds, 1987). El trabajo de Witmer significó durante años la referencia del trabajo clínico en psicología. Los centros de psicología clínica fueron proliferando rápidamente en EEUU, y naturalmente el número de psicólogos clínicos, y en 1919 se estableció la División de Psicología Clínica de la APA (previamente había existido una Asociación Norteamericana de Psicólogos Clínicos). Los esfuerzos de Witmer y su grupo se basaban en la idea de que los psicólogos no sólo debían generar información acerca del comportamiento humano, sino también buscar las aplicaciones de los principios y de las técnicas psicológicas a los problemas de una persona individual (Watson, 1951). De esa manera estos clínicos sugerían ya que la psicología era una ciencia además de una profesión. El concepto de Psicología Clínica quedó formalmente establecido cuando, en 1912, Witmer presentó el primer número de Psychological Clinics diciendo: "En cuanto a los métodos de la psicologia clínica, intervienen necesariamente siempre que se determina cómo funciona la mente de un individuo, mediante la observación y experimentación, así como cuando se aplica un tratamiento pedagógico para lograr un cambio, es decir, el desarrollo de dicha mente" (Witmer, 1912). Este concepto se mantuvo en el transcurso del tiempo en las sucesivas definiciones que se han ido dando (Watson, 1951; Shakow, 1978), manteniendo una orientación científico-profesional en la prestación de ayuda mediante la evaluación psicológica; el consejo y/o terapia psicológica, se centraba, por razones obvias, en individuos con trastornos psicológicos, que tradicionalmente se encuadraban en el contexto de la enfermedad mental.

Como es sabido, desde el comienzo del siglo la Psicología Clínica se desarrolló crecientemente, y fueron las dos guerras mundiales las que contribuyeron a su consolidación. La Primera Guerra mundial estimuló el desarrollo de baterías de tests que pudieran ser usados para medir las diferencias individuales en adultos. Ese énfasis en la evaluación continuó durante los años veinte con la publicación de muchos de los tests más conocidos y usados en la clínica psicológica (el Rorschach, o el Goodenough, por ejemplo). La evaluación centrada en las diferencias individuales entre las personas estimuló los análisis teóricos de la naturaleza y función de la personalidad, dentro de una perspectiva intrapsíquica. Esa perspectiva se vio, a su vez, reforzada por la aparición del modelo freudiano de los trastornos de la conducta. Los psicólogos clínicos comenzaron a ligar los trastornos del comportamiento con los trastornos del desarrollo y estructura de la personalidad.

El empujón definitivo a la consolidación de la Psicología Clínica lo dio la Segunda Guerra mundial. En EEUU, casi 20 millones de soldados y civiles fueron evaluados psicológicamente mediante pruebas escritas o entrevistas (Reisman, 1976). Además se generó una impresionante cantidad de personas con necesidad de tratamiento psicológico, y eso contribuyó a que definitivamente los psicólogos clínicos se convirtieran en terapeutas, y se vieran reconocidos como una profesión sanitaria. El proceso quedó culminado con el establecimiento de los primeros programas de doctorado, para la formación en Psicología Clínica, sobre la base de las recomendaciones de la Asociación Norteamericana de Psicología (Shakow, 1978).

El desarrollo de la Psicología Clínica durante los años siguientes a la Segunda Guerra mundial fue incorporando nuevas perspectivas de tratamiento, fundamentalmente la de la terapia de conducta, que comenzó a suplantar a los modelos psicodinámicos, aunque la hipótesis fundamental en el campo ha seguido siendo que la conducta disfuncional nace de procesos intrapersonales, incluyendo trastornos de la personalidad, que deben ser objeto de una rigurosa investigación mediante una cuidadosa evaluación en un marco clínico. En cualquier caso, la expansión de la Psicología Clínica prosiguió sobre la línea establecida, inicialmente por Witmer, y asentada por la Conferencia Nacional norteamericana sobre la formación del psicólogo clínico, tenida en Boulder (Colorado) en 1949 (Raimy, 1950): El objetivo de la Psicología Clínica es identificar y aplicar los principios psicológicos para prevenir y tratar problemas psicológicos del individuo.

La Psicología de la Salud

Aunque el interés de los psicólogos en cuestiones de salud física data de los comienzos del siglo XX (Rodin y Stone, 1987; Stone, 1979), el desarrollo real de la Psicología de la Salud se vincula con la publicación de un artículo de William Schofield por el American Psychologist, en 1969, en el que este autor exponía los resultados de un análisis de contenido sobre el Psychological Abstracts de 1966-1967, mostrando que en ese periodo se habían publicado muy pocos artículos sobre temas de aplicación de la Psicología al campo de la salud (excluida la salud mental en el sentido más restringido del término). En ese trabajo Schofield (1969), subraya la presencia "anémica" de la Psicología en el campo de Ios servicios de salud, "en número y en tecnología" frente al de otros profesionales sanitarios. Pero también indicaba las posibilidades de que esa presencia llegara a ser "robusta", y señalaba que eso dependía en muy buena parte de las decisiones y de los intereses de los propios psicólogos. Tomando nota de ello, la Asociación Norteamericana de Psicología (APA), en 1973, nombró a Schofield presidente de un Grupo de Trabajo sobre Investigación en Salud. El grupo realizó un análisis de contenido semejante al primero, referido al periodo 1966/1973, llegando a la conclusión de que, en efecto, hasta ese momento el interés de los psicólogos en el estudio de la enfermedad/salud física había sido muy bajo. Una encuesta de 1974 puso de relieve que sólo 52 psicólogos se podían considerar como psicólogos de la salud "avant la lettre" (Winett, King y Altman,1989).

La acción del grupo de Schoffield, y sus informes, tuvieron un resultado altamente positivo y, a partir de ese momento, que se puede considerar como el del nacimiento de la Psicología de la Salud, ésta crece muy rápidamente hasta constituirse en un área genérica de la psicología. En 1980, el número de psicólogos que aparecen dedicados a la aplicación de la psicología al campo de la salud/enfermedad físicas es de 1500, y en 1988 será ya de 3500. El reconocimiento formal de la Psicología de la Salud se produce en 1978 con la creación de una división específica (la División 38) dentro de la Sociedad Norteamericana de Psicología (American Psychological Association), y la aparición del primer libro definitorio del tema en 1979 (Stone, Cohen y Adler, 1979). Casi inmediatamente, en invierno de 1982, aparece también la revista Health Psychology (que en 1993, pasaría a ser la revista oficial de la División de Psicología de la Salud, publicada por la propia APA). En 1983 tiene lugar la primera conferencia norteamericana (que fue también la primera que se realizaba en todo el mundo) sobre la formación y entrenamiento de psicólogos de la salud, como consecuencia de la cual aparecen también, por primera vez, un conjunto de directrices para la formación de especialistas en psicología de la salud (Stone, 1983; Stone, Matarazo, Miller, Rodin, Belar, Follick y Singer, 1987), y se desarrollan programas de formación de postgrado en este campo (Belar, 1987). Sería dificíl, escribía por aquel entonces George Stone concebir una demostración más dramática del impacto de auto-atribución sobre una empresa profesional y científica. El ejemplo de Norteamérica cundió rápidamente y las secciones de Psicología de la Salud se han ido constituyendo en casi todas las Sociedades de Psicología, cientifícas y/o profesionales, como en la Sociedad Británica de Psicología, en la Sociedad Holandesa de Psicología, en la Sociedad Alemana, en la Austriaca, en la Danesa, en la Escandinava, etc.

De esa forma, el campo de la Psicología de la Salud ha ido creciendo rápidamente. La revista ya citada, Health Psychology, órgano oficial de la División de Psicología de la Salud de la APA, a los dieciseis años de su aparición es una de las que tiene mayor circulación de todas las revistas de psicología en el mundo. En el período 1979-1989 han aparecido 15 manuales de psicología de la salud (Maess y Veldhoven, 1989). Cada día más los psicólogos de la salud son requeridos por los servicios sanitarios. En EEUU el área en la que se ha empleado un mayor número de psicólogos ha sido en los centros médicos, en los que los psicólogos han llegado a convertirse en miembros de equipos sanitarios de intervención e investigación en rehabilitación, cardiología, pediatría, oncología, medicina familiar, odontología y un largo etcétera de campos (American Psychological Association, 1996).

Igualmente, en los años 90 se ha producido una cantidad considerable de trabajo de investigación e intervención psicológica en el campo sanitario. No cabe, por tanto, decir que la psicología de la salud esté dominada por la psicología norteamericana. La Sociedad Europea de Psicología de la Salud ha organizado congresos científicos desde 1986, que han influido de manera fundamental en la proliferación de la psicología de la salud europea. La Sociedad adoptó como órgano oficial la revista Psychology and Health, que ha conseguido una merecida buena reputación en la psicología europea. A esa revista se unieron posteriormente la Revista de la Psicología de la Salud, el British Journal of Health Psychology, Gedrag & Gezondheid: Tijdschrift voor Psychologie en Gezondheid, Zeitschrift far Gesundheitpsychologie, y más recientemente el Journal of Health Psychology, y Psychology, Health & Medicine.

El desarrollo de la Psicología de la Salud en Europa parece, por tanto tan sólido como lo está siendo en EEUU. En ese desarrollo, como subraya David Marks(1996) desde su naturaleza interdisciplinar dentro de la Psicología misma, debe asumir su necesidad de dar mayor énfasis a una perspectiva social, lo que le ayudaría a contribuir de una manera significativa a un mundo amenazado por las secuelas de sus propios logros industriales, científicos y médicos, y por los cambios económicos y sociales, que tienen una influencia determinante en el bienestar de los seres humanos.

Precisamente, es interesante señalar que muy pocos años antes de la aparición formal de la Psicología de la Salud, la relevancia de las variables comportamentales y psicosociales en importantes problemas de salud cada día más evidente, la aparición de un nuevo paradigma en el que se integran tales variables para dar cuenta de sus mutuas interacciones, y el desarrollo del paradigma en la investigación psicofisiológica, habían establecido un escenario adecuado para que los psicólogos estudiaran estas cuestiones y asumieran un papel importante en el desarrollo de las técnicas para la prevención de la enfermedad. La idea de salud integral, expresada en la definición de la OMS, representaba un modelo bio-psico-social de la salud y de la enfermedad, y se vio reflejada en un número cada vez mayor de conexiones entre la medicina y las ciencias del comportamiento. En ese marco, a comienzos de los setenta apareció la Medicina Comportamental, definida por su Conferencia fundacional de Yale (1977) como "el campo interdisciplinar referido al desarrollo e integración de los conocimientos y técnicas de las ciencias biomédicas y de la conducta relevantes para la salud y la enfermedad, y a la aplicación de esos conocimientos y técnicas a la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación." (Usdhew 1977, p.4; Schwartz & Weiss, 1978, p.250). El término de "medicina comportamental" se utiliza, por tanto, para referirse a un campo interdisciplinar de investigación, educación y práctica, referido a la salud/enfermedad físicas, que reúne elementos provenientes de las ciencias del comportamiento, tales como la psicología y la sociología, o la antropología, y de la educación sanitaria, pero también de la epidemiología, fisiología, farmacología, nutrición, neuroanatomía, endocrinología, inmunología, odontología, medicina interna, enfermería, trabajo social y salud pública, entre otras, para colaborar en el cuidado de la salud y en el tratamiento y prevención de la enfermedad (Rodríguez-Marín, 1991).

La Psicología de la Salud aparece, por tanto, como un área más específica que subraya el papel primario de la psicología como ciencia y como profesión en el campo de la medicina comportamental y que se definió como "el conjunto de contribuciones científicas, educativas y profesionales que las diferentes disciplinas psicológicas hacen a la promoción y mantenimiento de la salud, a la prevención y tratamiento de la enfermedad, a la identificación de los correlatos etiológicos y diagnósticos de la salud, la enfermedad y las disfunciones relacionadas, a la mejora del sistema sanitario y a la formación de una política sanitaria" (Matarazzo, 1980, p.815).

Psicología de la Salud y Medicina Comportamental, como se ve, contienen un conjunto de términos comunes: prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación, pero, como indica Weiss (1982), quizás la característica más diferencial del psicólogo de la salud sea la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud a través del cambio de conducta. Por otro lado, mientras que la "medicina comportamental" es considerada como un campo interdisciplinar que reúne los conocimientos comportamentales y biomédicos relevantes para la salud y la enfermedad la "psicología de la salud" se refiere al papel de la psicología en este dominio.

Así, los psicólogos de la salud contribuyen con su trabajo al campo de la medicina comportamental, como lo pueden hacer médicos, personal de enfermería, los trabajadores sociales, y los miembros de todas aquellas otras disciplinas que han elegido practicar, enseñar, investigar o desarrollar políticas relativas a la integración de las ciencias biomédicas y comportamentales relevantes para la salud y la enfermedad (Belar,1987); aunque, ciertamente, parece claro que la medicina comportamental no podría existir sin las contribuciones de la psicología más de lo que podría hacerlo sin las contribuciones de la biomedicina (Weiss, 1982).

Por otro lado, y respecto a otros campos aplicados de la Psicología que tienen que ver con la salud, es su especial referencia al campo de la salud física lo que le da su carácter diferencial a la Psicología de la Salud.

Esta "aplicación de la psicología" al campo de la salud/enfermedad física ha reunido investigadores y practicantes de una amplia variedad de disciplinas psicológicas, cuya característica distintiva es su consideración del sistema sanitario como "entorno de trabajo". Así, la Psicología de la Salud no sólo dirige su atención al individuo cuya salud está en cuestión, sino al "conjunto complejo de instituciones y fuerzas dentro de las cuales se persigue la salud" (Stone,1983, p.2). Al considerar a la persona dentro de ese conjunto, el psicólogo de la salud la estudia sobre una línea casi-temporal de las relaciones de aquélla con los problemas de salud. Esa línea va desde un extremo en el que la persona es consciente de ciertos acontecimientos que todavía no la ponen en peligro, a través de una gama de conductas de regulación del riesgo, hasta un estadio en el que sucumbe a los riesgos y desarrolla los síntomas alcanzando el estadio de conducta de enfermedad, en el que el individuo se determina a buscar ayuda profesional. Al decidir que necesita cuidados, la persona adopta el "papel de enfermo" e invoca la gama completa del proceso de tratamiento. Al final de una serie de estadios (del diagnóstico al seguimiento), hay una fase de rehabilitación en la cual la persona se adapta a los déficits residuales del episodio de enfermedad, con varios tipos de apoyo y asistencia, y, finalmente, se considera recuperada (Stone,1983).

Por otro lado, la psicología de la salud presta su atención a los problemas de la salud de la persona en diferentes niveles de organización: niveles intraindividuales, como el nivel bio-químico (por ejemplo, posibles efectos secundarios psicológicos de unos fármacos determinados), el nivel fisiológico y de aprendizaje instrumental o condicionado (biofeedback y técnicas de modificación de conducta), y el nivel psicológico (emotivo, motivacional y cognitivo) y comportamental (Stone,1982); niveles interindividuales (técnicas de intervención en grupo para educación sanitaria, o intervención comunitaria); y niveles sociales (colaboración con el diseño de políticas sanitarias, márketing social de la salud, etc.).

La Psicología de la salud constituye ya una disciplina aplicada sustantiva que se nutre de una amplia gama de teorías y métodos de muchas disciplinas psicológicas básicas, y delimita un área de páctica profesional, comprometida con los problemas del campo de la salud, y su conocimiento de las personas, contextos, y problemas del sistema sanitario (Adler et al., 1979). Cualquier actividad de la psicología relativa a cualquier aspecto de la salud y/o la enfermedad físicas, el sistema sanitario, o la formación de políticas sanitarias se considera dentro del campo de la psicología de la salud. Por ello, cuando se trabaja dentro del campo de la salud desde esta perspectiva, hay que tomar en cuenta las aportaciones de prácticamente todas las áreas de la psicología (evolutiva, fisiológica, personalidad, cognitiva, social, educativa, etc.) Feuerstein, Labbé y Kuczmierczyk (1986) afirman, por ejemplo, que la psicología de la salud trata cuestiones básicas tales como ¿Cuáles son las bases fisiológicas de la emoción y cómo se relacionan con la salud y la enfermedad?, ¿Pueden identificarse los factores de riesgo bio-comportamentales y cuáles son sus mecanismos de acción? ¿Qué es el estrés?, ¿Qué factores contribuyen al desarrollo de las conductas de salud y enfermedad?, ¿Cómo contribuye el conocimiento psicológico a la comprensión básica de la etiología y manejo de muchos problemas médicos importantes?, ¿Qué roles puede jugar el psicólogo dentro del sistema sanitario?. La psicología de la salud debe ser capaz de integrar datos de las diferentes disciplinas psicológicas cuando se plantea todas estas cuestiones.

En suma, y según las conclusiones del Grupo de Trabajo sobre Psicología de la Salud, de la Federación Europea de Asociaciones Profesionales de Psicología (EFPPA), la Psicología de la Salud es la aplicación de la teoría y métodos psicológicos a la salud, la enfermedad física y al cuidado de la salud; se preocupa de los aspectos psicológicos de la promoción, mejora y mantenimiento de la salud. El contexto ecológico de estos aspectos psicológicos de la salud incluye los sistemas sociales en los que existe el ser humano (Marks, 1996; Marks, Donker, Jepsen, Rodríguez-Marín, Sidot y Wallin, 1995). Cualquier actividad o proceso psicológico que mejore el bienestar (la calidad de vida) le interesa a la Psicología de la Salud; y del mismo modo le interesa cualquier actividad, proceso o circunstancia que tenga componentes psicológicos y que amenace el bienestar.

En consecuencia, para el citado Grupo de Trabajo, la misión de la psicología de la salud profesional es promover y mantener el bienestar mediante la aplicación de la teoría, métodos e investigación psicológicos, tomando en cuenta el contexto económico, político, social y cultural. El principal propósito de la psicología de la salud profesional es el empleo del conocimiento, métodos y destrezas psicológicos en la promoción y mantenimiento del bienestar.

Psicología y Salud, Psicología Clínica y Psicología de la Salud

Como hemos visto, en el marco global de la aplicación de la Psicología al campo de la salud, la psicología de la salud y la psicología clínica se interesan en ello, y hay semejanzas y sinergias entre ellas. Pero también hay diferencias.

Marino Pérez (1991), respecto a la diferenciación entre Psicología Clínica y Psicología de la Salud, concluye que la psicología de la salud se ocupa en los asuntos psicológicos que puedan tener consecuencias fisiológicas, mientras que la psicología clínica se ocupa en los problemas psicológicos por sí mismos. Comparto esa opinión y me permito ampliar la parte correspondiente a la Psicología de la Salud, diciendo que también se ocupa en las consecuencias psicológicas que puedan tener problemas fisiológicos (incluyendo en ellas los comportamientos de enfermedad, y la interacción con el sistema de provisión de cuidados sanitarios). En cualquier caso, la distinción de Marino Pérez me parece certera, y me sirve para afianzar la idea ya expresada, mantenida por el Grupo de Trabajo en Psicología de la Salud de la EFPPA de que la Psicología de la Salud tiene que ver con los aspectos cognitivos, emocionales y comportamentales asociados a la salud/enfermedad física; de que la Psicología de la Salud se preocupa primordialmente de la salud y enfermedad físicas y del cuidado de la salud física (aun reconociendo que la salud física y la salud mental están interrelacionadas); mientras que la Psicología Clínica se preocupa primordialmente de la evaluación, predicción y alivio de los trastornos de la salud mental (cognitivos, emocionales y comportamentales).

Para Santacreu (1991), las diferencias tienen que ver con las siguientes dimensiones: campo de aplicación/intervención, tipo de intervención, y objetivo de la intervención. Así, la Psicología Clínica se orientaría preferentemente a la enfermedad, a la curación y al organismo individual psicológico/somático; mientras que la Psicología de la Salud se orientaría preferentemente a la salud, a la promoción/prevención, al organismo somático/psicológico considerado en su ecosistema socio-ambiental y al propio ecosistema.

Ciertamente, al existir, como ya se ha dicho, aspectos complementarios, suplementarios, y sinergias, se puede pretender plantear la disolución de las diferencias y la consideración de un área común, que se ha venido a denominar "psicología clínica y de la salud", que sería la mera suma de ambos campos, mediante la cual se pueden obtener ciertos beneficios pragmáticos, pero que genera, sin duda, costos conceptuales y metodológicos no despreciables. Como dice el documento de nuestro Colegio Oficial de Psicólogos (1997), "esa "nueva" área de "Psicología Clínica y de la Salud" incluye dos "campos separados de especialización" previamente existentes: la Psicología Clínica y la Psicología de la Salud. La primera está específicamente dedicada a la consideración de los trastornos clínicos o mentales. La segunda se centra en los conflictos y fenómenos psicológicos relacionados con los problemas de salud o médicos en un sentido general". Es una posibilidad, hacerlo así, siempre que subrayemos especialmente la atención que, como he señalado, la Psicología de la Salud dedica a la promoción de la salud y a la prevención de la enfermedad.

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