INFORMACIÓN

Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.

PAPELES DEL PSICÓLOGO
  • Director: Serafín Lemos Giráldez
  • Última difusión: Enero 2024
  • Periodicidad: Enero - Mayo - Septiembre
  • ISSN: 0214 - 7823
  • ISSN Electrónico: 1886-1415
CONTACTO
  • Dirección: c/ Conde de Peñalver 45, 5º
    28006 Madrid
  • Teléfono: 91 444 90 20
  • Fax: 91 309 56 15
  • Email: papeles@cop.es

Papeles del Psicólogo, 1998. Vol. (69).




EL SISTEMA DE FORMACIÓN VÍA PIR: VISTO DESDE DENTRO.

Alfonso Ladrón Jiménez, Guillermo Larraz Geijo, Juan José Belloso Ropero, Noelia Fernández Pablos, Leonor Sampedro Blanco.

PIR, Comunidad de Madrid.

En este artículo se presentan las características del sistema de formación de especialistas en psicología clínica, junto con un breve desarrollo histórico de dicho sistema de formación. Se resaltan las peculiaridades respecto otros sistemas de formación y los puntos más significativos de la misma desde el punto de vista de los Psicólogos Residentes.

In this article the characteristics of the speciality training system in Clinical Psychologist are offered, together with a short historic development of that training system. The specific differences with regard to other training systems and the most significative aspects of that system from Trainee Psychologists point of view are emphasized.

Podría parecer algo descabellado explicar a estas alturas, en una revista del COP, qué es el PIR pero, ante nuestra relativa sorpresa, sigue habiendo muchas personas dentro de nuestra profesión que desconocen en gran medida en qué consiste esta formación ofertada por los Ministerios de Sanidad y Consumo y Educación y Cultura con la denominación de Formación de Especialistas en Psicología Clínica.

Sin embargo, una pregunta tan aparentemente sencilla como ¿qué es el PIR? no tiene fácil respuesta debido a los múltiples lugares desde donde puede ser percibido. Incluso visto desde dentro, es decir, desde el punto de vista de un residente, también existen variadas formas de entender una realidad tan compleja. La experiencia de cada residente es única, y es este marco tan diverso y complejo el que permite un enriquecimiento mutuo a la hora de poner en común dichas experiencias.

El PIR es una formación de postgrado con un contrato laboral de tres años de duración, el cual se lleva a cabo a través de una serie de rotaciones por diferentes dispositivos dentro de la red pública de salud. Toma su denominación y su estructura del sistema MIR, estableciéndose una formación "práctico-teórica" en el marco asistencial donde el residente está tutorizado y bajo supervisión. El programa PIR lleva en funcionamiento desde el año 1983 de manera autonómica y es a partir de 1993 cuando se realiza la convocatoria de forma estatal, no obstante existen antecedentes como la convocatoria del Ministerio de 1977 y la experiencia del Hospital Psiquiátrico de Rebullón-Vigo (Aparicio,1990). Fue en Asturias, 1983, donde empezó a desarrollarse el programa de formación PIR, en el marco de la desinstitucionalización psiquiátrica. En esa primera convocatoria no se especificaba el procedimiento de selección, el contenido de las pruebas ni el programa de formación, y eran remunerados en concepto de becas, siendo su duración de dos años. En 1985 se publica el Informe de la Comisión Ministerial para la Reforma Psiquiátrica en donde se reclama de forma expresa la incorporación de los psicólogos clínicos al Sistema Sanitario Público, así como su formación especializada (Olabarría, 1997). Desde estos inicios la formación PIR ha estado en continua evolución y desarrollo mejorándose año tras año, haciéndose un lugar al lado de otros programas de formación de especialistas, y uniéndose los PIR a los tutores y resto de psicólogos en el esfuerzo por tener un lugar propio como Psicólogos Clínicos al lado de otros profesionales de la red pública de salud.

En 1993 aparece la primera convocatoria a nivel estatal, esto supone un salto cualitativo hacia una uniformidad en los criterios de formación respecto a la diversidad de los programas autonómicos. Por otro lado, los Ministerios de Sanidad y Consumo, y de Educación y Cultura asumen, por primera vez, la responsabilidad de la acreditación de especialistas en Psicología Clínica. A partir de ese año se han sucedido de forma continuada, con una periodicidad anual, las siguientes convocatorias, de tal manera que, en la actualidad, ha finalizado la segunda promoción estatal.

Detrás de estas convocatorias ha existido una Comisión de Expertos que asesoraba a los Ministerios implicados, que en 1995 se constituyó en la Comisión Promotora de la Especialidad de Psicología Clínica (CNPEPC), formada por tres miembros designados por el Ministerio de Sanidad y Consumo, tres miembros designados por el Ministerio de Educación y Ciencia, dos representantes de asociaciones científicas relacionadas con la especialidad, un representante del colegio profesional, y dos representantes PIR que no pudieron incorporarse de forma oficial hasta el año 1997.

Durante nuestra formación debemos realizar una serie de rotaciones expresadas como básicas en el programa de formación (Ministerio de Sanidad y Consumo, 1996).

La duración de estas rotaciones varía mínimamente de unas áreas a otras, y suele ser

- No menos de doce meses en un Servicio de Salud Mental Comunitaria en programas de adultos e infanto-juvenil.

- No menos de cuatro meses en Unidades de Hospitalización Psiquiátrica en Hospitales Generales o en su defecto, Unidades de Agudos en Hospitales Psiquiátricos.

- No menos de seis meses en Programas y/o Unidades de Rehabilitación.

Y existen otras serie de rotaciones que pueden ser realizadas en función de los dispositivos presentes en el Área Sanitaria al que se haya adscrito el residente:

- Hospitales de Día

- Atención al drogodependiente

- Planificación Familiar

- Programas de Interconsulta y programas de enlace

- Neuropsicología

- Psicogeriatría

- Unidades de Memoria

- Unidad de Dolor

- Unidad de Sueño

- Comunidades Terapéuticas

- Etc.

Por otro lado, si el residente quisiera rotar por un servicio que no se encuentra dentro de su área puede acceder a él durante el periodo de su rotación libre, con una duración de entre tres a seis meses, pudiendo realizarse incluso en el extranjero.

Sin embargo, dentro de la diversidad pueden encontrarse puntos de encuentro que conforman la identidad de un Psicólogo Interno Residente. Todos, por lo tanto, tras pasar por la residencia conocemos desde dentro, con el trabajo del día a día, alrededor de media docena de dispositivos asistenciales de los servicios de atención a la salud. Cada dispositivo, compuesto por un equipo multiprofesional, presenta, siguiendo su posición dentro de la estructura sanitaria, objetivos, técnicas, y planteamientos diferentes.

Gracias a ello conocemos diferentes formas de entender la asistencia sanitaria (con especial hincapié en la atención a la salud mental); aplicamos los principios y conocimientos científicos propios de la psicología; conocemos y aplicamos diferentes herramientas y técnicas de trabajo; aprendemos a desenvolvernos en distintos grupos de profesionales y a trabajar con, y aprender de, un amplio grupo de colegas, cada uno con su forma personal de entender la profesión y de poner en la práctica sus conocimientos y herramientas de trabajo; conocemos los modos de hacer de diversas orientaciones teóricas; conocemos en profundidad la red asistencial pública con los diferentes objetivos y trabajos desarrollados por cada uno de los dispositivos; y por último, trabajamos en equipo con diferentes profesionales no psicólogos (psiquiatras, neurólogos, médicos de familia, resto de personal médico, asistentes sociales, terapeutas ocupacionales, DUE, ATS, educadores, etc.), lo que facilita el conocimiento de los límites profesionales, las distintas formas de entender la salud, y los campos de trabajo de cada uno.

Trabajar en la red asistencial pública nos permite tomar contacto con poblaciones de diferentes edades y estratos sociales, con un amplio rango de patologías u otros problemas relacionados con la salud, pudiendo intervenir a nivel individual, de pareja, de familia o en grupos. Además, desarrollamos diferentes tareas desde la evaluación y psicodiagnóstico hasta la intervención, en diversas modalidades (apoyo, psicoterapia, prevención y promoción).

Todos estos aspectos quedan recogidos en los objetivos del programa de formación de especialistas en Psicología Clínica del Ministerio de Sanidad y Consumo (1996). De acuerdo a la secuenciación por años de formación serían los siguientes:

Primer año:

- Conocer los principios y bases organizativas del sistema sanitario en España y de la comunidad autónoma que corresponda.

- Conocer la organización y el modelo de atención que se desarrolla en la comunidad autónoma de que se trate.

- Actualizar y profundizar tanto en la teoría como en la práctica los conocimientos sobre Psicopatología Clínica y Evolutiva.

- Manejar supervisadamente los instrumentos necesarios para realizar un correcto psicodiagnóstico clínico y una correcta evaluación psicológica clínica a nivel individual, familiar, grupal, institucional y comunitaria.

- Conocer y desarrollar supervisadamente las bases de diseño de investigaciones orientadas a objetivos asistenciales.

Segundo año

- Conocer la Psicología Institucional y Comunitaria.

- Diseño y desarrollo supervisado de programas de intervención clínica y asistencial.

- Diseño y desarrollo supervisado de programas específicos de intervención clínica con

- Pacientes de larga hospitalización

- Pacientes de alto riesgo de cronificación

- Servicios sanitarios y sociales fuera de la red de Salud Mental

- Diseño y desarrollo supervisado de programas de intervención clínica en atención infanto-juvenil.

Tercer año

- Desarrollar tratamientos e intervenciones clínicas con población de distintos segmentos evolutivos infanto-juvenil, adultos, tercera edad.

- Desarrollar programas de Promoción y Educación para la salud. Manejar las técnicas de asesoramiento y coordinación con otros servicios y profesionales.

- Conocer y desarrollar las técnicas de evaluación de actividades y funcionamientos de los equipos.

- Conocer los principios y las técnicas de las intervenciones comunitarias.

- Conocer las características de intervenciones específicas con alcohólicos y drogodependientes.

Al mismo tiempo, el residente supone un agente de cambio dentro de los dispositivos por los que rota. Un elemento nuevo en el sistema modifica a todos los elementos del mismo y sus relaciones. El PIR se incorpora a los Servicios de Atención como un nuevo miembro dentro de esta organización y en virtud de ello ha de adquirir los conocimientos teóricos, las destrezas que se esperan que pueden desempeñar en un futuro como Psicólogo Clínico, a la vez que también tiene que ir interiorizando una serie de valores, actitudes y normas de procedimiento que son propias de esa estructura organizacional.

Los PIR somos, por lo general, una población muy joven, que ha terminado de forma relativamente reciente sus estudios de licenciatura y por lo tanto tiene muy frescos sus conocimientos teóricos, por lo que de alguna manera permite acercar el mundo universitario y el mundo clínico. Actúa, además, como transmisor de conocimientos entre los distintos dispositivos por los que va desarrollando sus rotaciones y colabora en el trabajo por ampliar la red asistencial mediante sus rotaciones libres.

No obstante, como en casi todos los ámbitos de nuestra profesión, todavía queda mucho por hacer para llegar a tener un programa de formación de especialistas tal y como nos gustaría. Desde el principio los PIR han ido trabajando desde su lugar para mejorar, en la medida de sus posibilidades, las condiciones de nuestra formación. Han surgido de este empeño diversas asociaciones a nivel comunitario, y, hace ya algo más de un año, con la llegada de la tercera promoción a nivel estatal, la creación de la Asociación Nacional de Psicólogos Internos Residentes (ANPIR). Fruto de este trabajo asociativo, y en colaboración con el COP, y otras asociaciones científicas (AEN y AEPCP) se celebraron los pasados días 20,21,22 de Noviembre las I Jornadas Nacionales de Formación PIR, en el SESPA (Oviedo). En estas Jornadas, muy positivamente valoradas por todos los asistentes, los PIR apostamos por

- La consolidación de la Psicología Clínica como un campo profesional.

- La defensa de esta profesión frente al intrusismo profesional y las prácticas de la Psicología Clínica que la desprestigien (v.gr.: el "falso" voluntariado).

- Un acercamiento entre el mundo universitario y el mundo clínico, de acuerdo con lo ya expresado por Y. Gómez y A. Belloch (1997) cuando señalan todo lo que el mundo académico puede ofrecer al progreso del sistema PIR.

- Un trabajo constante en la mejora de nuestra formación en sus diferentes aspectos (programa, evaluación, supervisión, tutoría, rotaciones, etc.), desde las Comisiones de Docencia, Comisión Nacional, ANPIR, COP, y otras asociaciones profesionales implicadas en el trabajo en la sanidad pública.

- Un trabajo por la mejora de la calidad de los servicios asistenciales.

- El trabajo en común y el acercamiento entre los distintos ámbitos profesionales, y el respeto y conocimiento de los diferentes modelos y orientaciones.

El poder beneficiarnos de esta formación y tener las oportunidad de trabajar en el desarrollo de la misma, en un momento de cambios importantes en el proceso de institucionalización de la Psicología Clínica en nuestro país, no habría sido posible sin el trabajo llevado a cabo durante años por multitud de profesionales. Estas personas han hecho posible que la profesión de la Psicología Clínica en España esté próxima a tener un reconocimiento oficial: Comisión Nacional Promotora de la Especialidad de Psicología Clínica; tutores, supervisores y adjuntos; todos los compañeros que han pasado por la residencia y han trabajado por mejorar su funcionamiento; otros Psicólogos Clínicos y profesionales no psicólogos, imposibles de enumerar, implicados en la constitución de la Psicología Clínica como Especialidad Sanitaria.

Con la aprobación del Real Decreto fruto de años de trabajo de las anteriores generaciones de Psicólogos Clínicos se da un paso clave en la institucionalización y construcción de un futuro profesional. La figura del PIR aparece ahora como un nuevo paso en la consolidación de la Psicología Clínica dentro del Sistema Público de salud.

BIBLIOGRAFÍA

Aparicio Basauri, V (1990). PIR La experiencia en Asturias (1983-1989). Papeles del Psicólogo, 43. 48-49.

Gómez, Y. y Belloch, A. (1997). La Psicología Clínica en los ámbitos académicos. En La Psicología Clínica en los servicios públicos. Cuadernos técnicos, 2, 17-24. Madrid: A.E.N.

Olabarría, B. (1997). Marco histórico y trayectoria de la Psicología Clínica hacia su institucionalización. En La Psicología Clínica en los servicios públicos. Cuadernos técnicos, 2. 5-12. Madrid: A.E.N.

Ministerio de Sanidad y Consumo (1996). Programa de Psicología Clínica. En Guía de Formación de Especialistas. Secretaria General Técnica. Centro de Publicaciones.

Una vez publicada la revista, el texto integro de todos los artículos se encuentra disponible en
www.papelesdelpsicologo.es