Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1998. Vol. (71).
BEGOÑA OLABARRÍA GONZÁLEZ
Presidenta de la Comisión Nacional Promotora de la Especialidad de Psicología Clínica
El pasado mes de junio tuvo lugar el paso del Proyecto de Decreto de creación de la Psicología Clínica como Especialidad Sanitaria de la Psicología, al Consejo de Estado para su valoración jurídica. Se trata del último de los eslabones previo a su aprobación por el Consejo de Ministros.
Podría ocurrir !ojalá! que cuando estas letras vean la luz, el Decreto esté en el BOE. Estaremos pendientes entonces de la Orden Ministerial que habrá de sentar los procedimientos para proceder a las homologaciones de acuerdo a las disposiciones transitorias de todos conocidas y que se incluyen en el Proyecto.
Han sido, desde la puesta en marcha del primer Programa PIR en la Comunidad Autónoma de Asturias en 1983 (como Programa de Formación de Especialistas, para psicólogos en los servicios sanitarios asturianos, sin el reconocimiento oficial de los ministerios competentes en la creación de especialidades sanitarias y en la regulación de sus procedimientos formativos "Sanidad y Educación" en el marco de la transformación de la Sanidad Pública y con el respaldo de la AEN), quince años cargados de avatares y trabajos múltiples de la comunidad científicoprofesional de la Psicología en general y de la Psicología Clínica en particular en los que no cabe ahora entrar. Sólo destacar que las cinco Comunidades Autónomas que pusieron en marcha a lo largo de los ochenta estos programas PIR autonómicos (Asturias, Andalucía, Navarra, Madrid y Galicia), con los apoyos y aportaciones técnicas claves del COP, el refrendo de la AEN y de nuestra comunidad científicoprofesional de la Psicología, hicieron posible el horizonte de oficialización que ahora contemplamos.
Nuestras asociaciones, instituciones, organizaciones de las que participamos muchos profesionales individualmente y en pequeños grupos han sido los actores de este proyecto y han hecho posible que alcance su culminación en unas condiciones que, aún con sus carencias, podemos sin duda calificar como muy favorables.
Y son favorables porque nuestra especialidad ha alcanzado un muy amplio consenso en distintos ámbitos:
- En nuestra propia comunidad científicoprofesional de la Psicología.
- En la comunidad científicoprofesional de la Medicina, también de la especialidad colindante, la Psiquiatría, quienes han establecido mayoritariamente un generoso y pragmático acuerdo de apoyo mayoritario a la creación de nuestra especialidad como especialidad sanitaria de la Psicología.
- En la comunidad socio-sanitaria, donde el buen hacer cotidiano de nuestros colegas, ha elevado a la categoría de inaplazable la oficialización de este proyecto de largo proceso.
También en la población que demanda nuestros servicios y prestaciones, que sitúan de una manera ya "natural" nuestro cometido en un estatus de disciplina independiente, capaz de aportar instrumentos para una atención más integral de los usuarios, sean individuos, parejas, familias, grupos, organizaciones y en el ámbito comunitario.
Por último, es así en la propia Administración Pública, donde se trata ya esta creación de especialidad como un hecho, hoy sin fisuras. Podemos por tanto felicitarnos de haber conseguido un amplísimo consenso interno y externo en torno a la creación de nuestra especialidad, cuyo proceso en los últimos años ha sido resumidamente el que sigue:
- 1992: Constitución del Grupo de Psicólogos Expertos en el Ministerio de Sanidad (integrado por: A. Ávila, M. Berdullas, M.A. García, M. Laviana, F. Vallejo y yo misma) que preparan los documentos que servirán de base para los desarrollos posteriores y que, a su vez, recogen y trasladan la importantísima experiencia de los Programas PIR autonómicos y las aportaciones técnicas, principalmente del COP.
- 1993: Publicación en BOE de la primera convocatoria de plazas PIR de ámbito estatal, realizada Acerca del Decreto de la Psicología Clínica como especialidad sanitaria por el Ministerio de Sanidad, convocatoria en la que queda explicitada la necesidad de la creación de nuestra especialidad en el Sistema Sanitario y, consecuentemente, inicia oficialmente el proceso con esa convocatoria de plazas PIR.
- 1994: Convocatoria conjunta PIR de los ministerios implicados en la creación de especialidades sanitarias y su regulación: Sanidad y Educación (convocatoria en BOE del Ministerio de la Presidencia). A partir de esta fecha y hasta hoy las convocatorias se han sucedido con periodicidad anual, como en otras convocatorias de plazas de formación de especialistas (MIR).
- 1995: Creación por los Ministerios de Sanidad y Educación de la Comisión Nacional Promotora de la Especialidad de Psicología Clínica (CNPEPC1)con una composición exclusiva de psicólogos y con estructura interna y funciones asignadas similares a las del resto de las comisiones nacionales de las especialidades oficialmente reconocidas.
- 1996: Diseño por la CNPEPC y aprobación por los dos Ministerios implicados del Programa de formación de la Especialidad y formación de la propuesta de inicio del Borrador del Proyecto de De creto de creación de la misma por parte del Ministerio de Sanidad al Ministerio de Educación.
- Acuerdo de ambos Ministerios. Elaboración del Proyecto de Decreto con consultas sucesivas a lo largo del proceso a la CNPEPC.
- Aprobación del texto del Proyecto por el Ministerio de Administraciones Púbicas (M.A.P,).
- Aprobación por el Consejo de Universidades (con el apoyo previo de la Conferencia de Decanos de las facultades de Psicología),
- 1997: Consultas sucesivas a CNPEPC.
- Aprobación por el Consejo Interterritorial de la propuesta de creación de la Psicología Clínica como Especialidad Sanitaria de la Psicología y solicitud de modificación del texto del Proyecto.
- Aprobación del texto del Proyecto de Decreto por el Consejo Interterritorial.
- Presentación del Proyecto de Decreto al Consejo Nacional de Especialidades Médicas y tramitación a Comisión Nacional de Psiquiatría, que informa favorablemente el Proyecto por mayoría simple.
- Visto bueno del Consejo Nacional de Especialidades Médicas.
- 1998: Apertura de la Fase de Audiencia Pública para consulta y participación de la comunidad científico-profesional e incorporación de modificaciones al texto en base a las alegaciones presentadas por distintas organizaciones. Conocemos el apoyo unánime obtenido en la comunidad de la Psicología en todos los aspectos esenciales del Proyecto, así como la existencia de importantes propuestas de enmiendas desde fuera de nuestra comunidad.
- Entrada del Proyecto de Decreto en el Consejo de Estado.
Abordamos, pues, la última etapa de la tramitación. La necesidad del apoyo expreso ante la Administración implicada continúa siendo un hecho que no debemos olvidar. Pero también es cierto que es mucho el terreno avanzado y los pasos consolidados. Los apoyos externos a nosotros mismos de quienes, no siendo Psicólogos, contribuyeron desde otras áreas profesionales y/o responsabilidad, a la institucionalización de la Psicología Clínica corno Especialidad Sanitaria de la Psicología, han sido múltiples y en ocasión anterior he tenido oportunidad de agradecerlos por su generosidad y amplitud de miras.
Hoy, antes de que el Decreto aparezca en el Boletín Oficial del Estado y se ultime con ello una etapa dando paso a una nueva, creo llegado el momento de hacer memoria de nosotros mismos. De quienes con responsabilidad y sin engreimiento aportaron su esfuerzo para la consecución de este objetivo colectivo desde lugares de representación asumiendo con su liderazgo en organizaciones científicoprofesionales, el riesgo de establecer líneas de actuación comprometidas, trabajando por nuestra comunidad científicoprofesional en función del contexto receptor de nuestro saber, sin beneficios individuales o de grupo obtenidos, desde esos cargos de liderazgo.
La memoria colectiva acerca del pasado no permanece inmóvil, sino que se modifica con el paso del tiempo. A veces, incluso, desaparece. Al tiempo, la memoria colectiva no sólo sabe del pasado, sino que es un elemento constructor del presente y puede ser un instrunento de cambios, también una manera de realizarlos. Cambios a veces capaces de nutrir contenidos, debates del presente acerca de nuestro futuro. Conviene, pues, recordar y comprender ese pasado relativo a los protagonistas de este proceso:
- Nuestra propia comunidad científico/ profesional de la Psicología. Creo estar dirigiéndome ahora a psicólogos y a personas especialmente sensibles o interesadas en nuestro saber. Y apelo a esa sensibilidad para que sean comprensivas con lo que ahora voy a exponer, mis recuerdos y olvidos, donde con seguridad existirán injusticias debidas a la memoria ligada a mi experiencia personal.
Siempre que echo mi memoria hacia atrás, hacia momentos en que he trabajado en procesos diversos de carácter colectivo, puedo recordar a gentes que, en nombre del sano juicio, intentaban trasladarme la prudencia de renunciar a los extravagantes proyectos en los que me incluía para asumir, finalmente, que el mundo era así y que nada podíamos hacer para cambiarlo. Esos sensatos y triunfantes individuos defendían que compor tarse de acuerdo con las propias convicciones no tenía valor alguno, más valía sacar provecho de lo establecido. En muchas cosas. También en nuestro saber.
Es natural que no fuera la única en no seguir estos sabios consejos. Eramos muchos en la Psicología. No temíamos el rechazo y continuamos reflexionando sobre cómo mejorar las cosas. No ocultábamos nuestras ideas y unimos nuestros esfuerzos para introducir nuestro saber en las instituciones de servicios públicos como un instrumento más para transformarlas. Un saber y ejercicio Profesional que queríamos científico, riguroso, independiente, al servicio de nuestro contexto social más representativo. Trabajamos Y nos introdujimos en distintos lugares (la AEN nos acogió para continuar cambiando), individual y conjuntamente trabajamos y reflexionamos por abrir los campos de intervención. El COP, alcanzada su creación en 1980, fue una institución clave para todo ello. Habían sido años de trabajo para su creación. Desde las aulas universitarias de las facultades de Filosofía y Letras, Sección Psicología, en los años 70, reclamábamos una sociedad democrática con un saber de la Psicología riguroso, científico, alejado de la escolástica, al servicio de los ciudadanos en nuevas instituciones y servicios transformados, por un ejercicio profesional multi e interdisciplinario en las prestaciones individuales grupales, institucionales, comunitarias. Por facultades independientes. Y por un Colegio Profesional propio, independiente. Mucho fue el trabajo y el esfuerzo colectivo. A. Hernández, que en primera persona lo sabe, ha escrito sobre ello. Consiguieron, conseguimos, la creación del COP con el apoyo de los grupos parlamentarios del primer gobierno democrático de la segunda mitad de siglo. Carlos Camarero fue su primer decano y Adolfo Hernández su primer secretario general. Y continuaron trabajando abriendo líneas y tomas de posiciones organizativos, institucionales, al tiempo que se construía el COP dotándolo de sus estructuras, de sus distintos órganos descentralizados de gobierno, de sus revistas, de sus líneas de trabajo y de cambio y de futuro en el entramado social del que participaba. Uno de ellos, el sanitario, entonces tan cerrado por el peor y cerríl de los patrimonialismos corporativistas. Ha significado para mí un honor tener la oportunidad de conocerlos y dejar con ellos en distintos momentos y proyectos. De hecho siento vergüenza al ser yo ahora quien puede aprovechar este don singular de presidir la Comisión Nacional (CNPEPC) para, desde este final de esta fase, y sintiéndome en un aprieto, recordar su indispensable acogimiento, empeño y respaldo a estos trabajos cuando aún no eran más que una fantasía muchas veces tachada de insensata. Perdonen pues mi licencia al referirme ahora a ellos.
Mi sensación interior de no inserción, de ubicación indebida, promueve este anhelo de encontrar el Orden verdadero de los protagonistas de este proceso de creación de esta especialidad sanitaria. Me atrevería a afirmar incluso que lo que yo haya hecho alguna vez crear algo, organizar algo, luchar por algo fue sólo defendiendo un lugar y un estatus para un saber y un ejercicio profesional en el que reconozco profundas esencias transformadoras. Y lo hice con compañeros, acompañando sus esfuerzos. Por ése tal vez tengo ahora esta convicción de que si yo y no otro, he alcanzado ahora un cargo de la paciencia de esta Comisión Nacional ya recibida en su momento con pudor es sólo un error y que, por lo tanto, debo estar constantemente preparada para salir de ella.
Continuadora de la Junta de Gobierno presidida por C. Camarero, se inicia en 1986 la encabezada por Adolfo Hernández. Me sentí muy dichosa, tras pasar por la Junta de la AEN, de tener la opontunidad de incorporarme a la Junta Estatal del COP en la Secretaría General. Todavía recuerdo con precisión una cafetería en la que hablaba apasionadamente con Adolfo Henández de la Sanidad Pública y su necesaria transformación, de la ubicación de la Psicología Clínica, de la formación de especialistas sanitarios, del PIR y la necesidad del apoyo del COP, de la necesidad de defínirlo, diferenciarlo y complementarlo con otras ofertas formativas de postgrado, de la epistemología que debía subyacer a esta formación Era un elemento más de todo el ambicioso programa de actuación de aquella de Junta que apoyó el inicio de los trabajos del COP acerca del PIR.
Allí estaban también Alejandro Torres, que tanto saber aportó y también Alejandro Avila que no dudó en aportar su buen hacer a aquel proyecto. También el resto de los compañeros aportaron siempre su respaldo y su apoyo constante en las dificiles situaciones que en muchas ocasiones hubo que arrostrar ante la incomprensión de algunos colegas que a veces ocupaban espacios de representación en la organización o fuera de ella. Pero, sobre todo, recuerdo el apoyo incondicional de Adolfo Hernández como decano en aquellos ingentes trabajos de elaboración científicotécnica en el COP, de búsqueda de consensos internos, de aprobaciones en distintas instancias de la estructura del COP, de relación e interconexión con la AEN, con las consejerías de las CCAA que, en el marco de sus transformaciones de los servicios sanitarios públicos bajo su dependencia, habían puesto -o estaban dispuestas a hacerlo- en marcha programas de formación PIR para psicólogos, sin apoyo de los ministerios competentes en la formación de especialistas sanitarios.
M. Eugenia Diez y Francisco Estévez, de Asturias; Teodoro Marcos, de Barcelona; Concepción Rivas, de Jaén; Alejandro Ávila, José Antonio I, Carrobles,Juan Carlos Duro y Pedro Pérez, de Madrid; Felipe Vallejo, de Sevilla y Alejandro Torres y yo misma como coordinadores del grupo de expertos, tuvimos ocasión de elaborar el primer documento técnico del COP sobre el PIR ("La formación como especialista en Psicología Clínica y el Sistema PIR. Documento Base"), que iniciado en 1987, fue aprobado por la Junta de Gobierno Estatal del COP y suscrito por las delegaciones en 1988. Poco después, el COP suscribe con la AEN (resultó clave la presencia en la Junta de la AEN de José Leal) un documento acerca de la formación de especialistas en Psicología Clínica a través de un Sistema PIR (Enero de 1989). Y, a continuación, se inician los trabajos con representantes de seis Comunidades Autónomas del Estado para la elaboración del denominado "Documento Marco sobre Formación Postgrado en Psicología Clínica a través de un Sistema PIR", que suponía acuerdos en diversos contenidos y compromisos de gran relevancia sobre este asunto. Quedó aprobado en Septiembre de 1989 por todas las organizaciones representadas y supuso, entre otros aspectos destacables, el ajuste o la puesta en marcha de Programas PIR con la misma base teóricopráctica en cinco de las CCAA que suscribieron el Documento (Asturias, Andalucía, Navarra, Madrid y Galicia) y el diseño de una estrategia común de actuación ante la Administración Central competente en esta materia (M. de Sanidad y M. de Educación).
En diciembre de ese mismo año, el encuentro celebrado en el Castillo de Magalia entre profesores de las facultades de Psicología primordialmente vinculados al Área de conocimiento PETRA y destacados profesionales, todos ellos bajo el auspicio del COP, reflexionaron conjuntamente acerca de la Psicología Clínica como Especialidad Sanitaria y la formación, elaborando un documento de "Conclusiones" que generó un amplio debate y consenso en la comunidad científicoprofesional de la Psicología en general y de la Psicología Clínica en particular.
Los trabajos principales correspondientes a años posteriores y sus protagonistas ya han quedado antes reseñados y, como puede desprenderse, tienen su origen en todas estas actividades del COP, que, tras el cambio de Junta en 1993 y bajo el mandato de su actual decano, F. Santolaya, ha desarrollada en esta materia una política activa de continuidad no siempre fácil. Y también: la AEN, donde ha sido continua la presencia de psicólogos comprometidos en este proyecto en las diversas Juntas de Gobierno desde 1983 (en la actualidad su vicepresidente, Consuelo Escudero, entre otros); la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología (AEPCP), cuya presidenta, Amparo Belloch, y resto de la Junta, viene desarrollando una continua línea de actividades y esfuerzos en estas materias; la Sociedad Española de Psicología (SEP), que ha venido a sumar sus apoyos a través de su presidente, H.Carpintero; APCISI, FEAP, entre otras asociaciones y organizaciones de la Psicología, son también protagonistas del proyecto.
Muchos han sido los trabajos y muchos sus actores. Algunos de los principales protagonistas de este proceso han quedado aquí mencionados. Todos ellos abordaron un ingente, generoso,responsable y cabal esfuerzo no exento de dificultades e incomprensiones. No creo equivocarme al decir que existe con ellos una deuda que seguramente no reconocen como tal.
La Psicología Clínica como especialidad sanitaria parece apostar por una construcción epistemológica en la complejidad pretendiendo responder con instrumentos psicológicos a la integralidad del sujeto en su contexto y, en lo que a la Sanidad Pública se refiere, en el marco de una organización de servicios en que el eje comunitario y territorializado sea el referente de los equipos multidisciplinarios hacia la interdisciplinariedad.
Que los nuevos límites de la nueva realidad que el Decreto propiciará, contribuyan a dar nuevo impulso para el progresivo perfeccionamiento y adecuación de nuestros instrumentos clínicos e investigaciones en beneficio de la población objeto de nuestras intervenciones y contribuya además a una adecuada articulación de la atención interdisciplinar para un cuidado más integral de los sujetos en su contexto.
1 Composición de la CNPEPC : Por el Ministerio de Sanidad: M.A.García Alvarez, M.Laviana Cuetos, J. Leal Rubio (vocales) Por Ministerio de Educación: A. Avila Espada, A.Belloch Fuster, S.Lemos Giráldcz (vocales) Por el Col.Ofic.Psicólogcos (COP): I. Carbonero (vocal) Por la Asoc,Esp.Neurop. (AEN): B. Olabarria (presidenta) Por la Asoc.Esp.Psic, Clínica y Psicopatotogía (AEPCP) : Felipe Vallejo (secretario) Representantes PIR: A.Ladrón y M. José Marqués (vocales)