Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1998. Vol. (70).
Manuela Matellanes
Actualmente Presidente de CITA. Realiza los estudios de licenciatura en la Universidad Pontificia de Salamanca, comienza su especialización en el Hospital Clínico de Barcelona, para luego continuar su formación en el País Vasco, en el Centro de Salud Mental Uribe Kosta así como en el Hospital de Basurto. Posteriormente, y con becas del Ministerio de Educación realiza el doctorado en el Institute of Psychiatry de la Universidad de Londres primero con H.J. Eysenck y más tarde con J.A.Gray. Continúa con un contrato en dicha universidad, centrándose su trabajo en estudios sobre el ansia de droga en el ámbito cognitivo y psicofisiologico. Al llegar a España gana el Primer Premio de Investigación en Drogodependencias del Plan Nacional para la Droga y el Colegio de Psicólogos y comienza a trabajar en la Junta de Andalucía para el Comisionado, forma parte de la Junta Directiva de la SET (Sociedad Española de Toxicomanías) y fue Delegado del Colegio de Psicólogos de Andalucía Occidental en Drogodependencias, así como profesor de Psicopatología en la Universidad de Sevilla durante cuatro años. Crea la Asociación Sevillana, la Federación Andaluza y el Teléfono Asistencial de Jugadores en Rehabilitación al tiempo que dirige la monitorización del estrés en la EXPO´92. Mientras tanto publica artículos científicos en varias revistas especializadas y organiza y participa en diversos congresos.
Manuela Matellanes : ¿Qué es CITA y cómo comienza?
Juan José Legarda: Comienza en el año 88 junto con otro psicólogo y un médico, realizando lo que hoy se denominan desintoxicaciones rápidas con clonidina y naltrexona. Tras la observación de los problemas que se producían en estos tratamientos ambulatorios de uno a dos días, tales como los abandonos y el sufrimiento del paciente y la familia, en 1992, desarrollé la desintoxicación ultra rapida bajo sedación que evitaba estos problemas. Celebré una reunión en Sevilla para analizar el tratamiento y sus implicaciones. Acudió gente de la FAD, de la OMS y de la Universidad de Londres y de Viena. Traté de que se hiciese un estudio multicéntrico pero no tuvo éxito la idea. Así es que CITA tuvo que consolidarse a nivel privado. En el año 94, el tratamiento se publicó en Drug and Alcohol Dependence. Posteriormente hemos desarrollado un tratamiento de similares características para la dependencia de las benzodiazepinas y dos metodologías de prevención de las drogodependencias. Una es una campaña internacional permanente de prevención a través de Internet () y la otra consiste en juegos multimedia dónde se puede experimentar la droga y la adicción virtualmente. El tratamiento UROD hoy en día está implantado, entre otros centros, en el Metropolitan Hospital de Nueva York y en el Hospital Clínico de la Universidad de Chicago. Es básicamente un tratamiento de neuroadaptación y no sólo de desintoxicación pues lo que se arregla son las disfunciones de los receptores. Ello además se realiza en estado de sedación para evitar el estrés del organismo. El organismo se recupera mejor cuanto menor estrés está padeciendo. A nivel general, un organismo estresado tiene disfunciones conocidas incluso a nivel del sistema inmunológico. Estos conceptos de abandono, sufrimiento y recuperación funcional junto con el conocimiento de que en Psicología las terapias aversivas a nivel motivacional no están muy en boga hoy en día, fueron la base justificativa del desarrollo del tratamiento.
MM: Eso requiere una hospitalización y supone, en principio, que tiene que ser un método caro. Todos sabemos que las desintoxicaciones en medio hospitalario son infinitamente más caras que un mé todo ambulatorio.
J.J.L: No es cierto. Los datos que nos ofrecen las desintoxicaciones ambulatorias son de que el 65% de los pacientes fracasa. Este porcentaje de fracaso aumenta cuanta más droga consuman los pacientes y por supuesto ahí también se incluyen los pacientes de metadona. También hay que tener en cuenta los gastos producidos por daños previos, es decir, ¿cuánto cuesta un paciente que por esperar un tratamiento enferme de hepatitis o SIDA?. Eso es carísimo a nivel económico y social. Tampoco hay que olvidar que el tiempo de los terapeutas es costoso, pues si para desintoxicar con éxito a 10 pacientes hay que tratar a 30, los costes se disparan. No te quiero ni contar lo que ello supone a nivel hospitalario. El promedio de tiempo para la desintoxicación de un paciente es 10 días, puede ser un poco más o un poco menos. Cada día de cama de hospital a nivel público nos cuesta 50.000 ptas. Por tanto, una sola desintoxicación de un paciente cuesta 500.000 pta. si tiene éxito. Hay que añadir más costes, ya que la tasa de fracaso es del 35%. Ello quiere decir que los días de cama desperdiciados por esos procedimientos suben el coste a más de 600.000 pta. por éxito en desintoxicación. Y hay más todavía, el desgaste emocional del equipo terapéutico, que tiene que lidiar con un paciente que está sufriendo y que está fracasando en su proceso terapéutico, es muy frustrante para el profesional. Cuando se elimina el desgaste del equipo el funcionamiento y la efectividad es muy superior. Compara todos esos costes con 310.000 ptas. sin sufrir y con éxito en todos los casos, independientemente de las cantidades de consumo, de la motivación y sin esperas. La diferencia es brutal. Si se ofrece a una persona dos posibilidades de tratamiento, una en la que no va a tener síndrome de abstinencia y es de 6 horas y la otra 10 días ¿cuál crees que eligiría?
MM: Bueno supongo, aquélla que no tenga dolor, aunque hoy en día con fármacos ya no hay molestias.
J.J.L: Precisamente, cuantas menos molestias y sufrimiento mejores resultados se obtienen, llegando incluso al 100% de éxito con este tipo de intervención que ha sido evaluada por la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Ministerio de Sanidad sobre 972 casos.
El informe establece que el 100% se desintoxica, el 99.9% pasa a la terapia de seguimiento y el 58.1% continúa bien a los 9 meses independientemente de las cantidades que consuman, hasta 5 gramos de heroína y 400 miligramos de metadona, además de benzodiazepinas o cocaína. Estos resultados los presenta la Agencia del Ministerio en la reunión internacional de agencias de evaluación que se celebra en junio de este año en Canadá. Por supuesto, nos pidieron permiso.
MM: ¿Y después de la desintoxicación qué?
J.J.L: Según la misma Agencia del Ministerio y según investigadores de dos universidades, Stony Brook y Bar Ilan, el 58.1% de los pacientes continúa bien a los 9 meses y al año y medio, respectivamente. No es una desintoxicación propiamente dicha, se trata de neuroadaptación. Después del tratamiento, tienes a un paciente en un estado clínico diferente, a nivel psicológico y fisiológico. La mayoría de los pacientes no re fieren ansia después del tratamiento. Se proporciona además una red farmacológica con naltrexona y una estructura de psicoterapia en su medio ambiente. Hemos ido creando una red de psicólogos especializados por todo el país que acuden a seminarios que celebramos cada cinco meses y en los que se abordan los temas específicos de la psicoterapia, por ejemplo, la red social, la reestructuración cognitiva etc. Hay ocho objetivos fundamentales que son la columna vertebral de la terapia. Cada terapeuta incide más o menos en uno u otro aspecto. Para la reestructuración cognitiva hemos desarrollado un vídeo con infografía computarizada que muestra a través de los ojos del adicto, su percepción del mundo, al tiempo que se ve el funcionamiento de los receptores neuronales. Con ello, tanto la familia como el paciente y el terapeuta ven y hablan del trastorno al mismo nivel desde el comienzo y de una manera comprensible para todos. Para el seguimiento, creamos unos cheques que se le entregan al paciente al comienzo del tratamiento para que pague sus sesiones durante los nueve meses que éstas duran. Por la parte de atrás, además de recordar un teléfono de asistencia cons tante, disponen de un código que el terapeuta tiene que rellenar según haya valorado al paciente. Por lo tanto, informan sobre la evolución del paciente así como de la efectividad del terapeuta y alimentan una base de datos con la evolución de ambos, además de incluir más de 80 variables del paciente.
MM: Supongo que este método tendrá un tipo de contraindicaciones es decir, habrá algunas personas que no puedan beneficiarse, ¿cuáles son los requisitos o sus características?
J.J.L: Una mujer embarazada, un paciente que esté con SIDA clínico, un individuo con una cardiopatía, y cualquier enfermedad que impida la sedación, y poco más. Hemos tratado enfermos con hepatitis, con transaminasas muy altas, se han hecho analíticas antes y después sin que se haya producido ningún daño y a los pocos días sí se han observado disminuciones de las transaminasas. Se ha tratado pacientes con epilepsia, con pancreatitis, con hipertensión arte rial, etc.
MM: O sea en principio, básicamente no hay contraindicaciones.
J.J.L.: No hemos descubierto ninguna, excepto las limitaciones mencionadas antes.
MM: Esa selección, entonces puede deberse al ámbito económico, porque tengo entendido que el paciente paga por adelantado el tratamiento no solamente la desintoxicación sino también la parte de psicoterapia posterior, te lo digo porque muchas veces a algunas en tidades lo que se critica es que el nivel de éxito alcanzado con la población con la que se trabaja tiene que ver con el proceso de selección previa, cosa que no puede hacer un servicio público, un servicio público tiene que acoger a toda la población que le llega, una entidad pri vada aunque sea una ONG una fundación o sea del tipo que sea, de alguna manera hace una selección, cuando hay un criterio económico, evidentemente hay una selección.
J.J.L.: este tratamiento se podría realizar a nivel público que es por lo que es tamos luchando. Pero un centro público hace selección.
MM: En principio no debería.
J.J.L.: Pero lo hace, porque hay muchos pacientes que jamás irán a un centro público ya que dispone de una filosofía y de criterios de atención y tratamiento que muchos pacientes no aceptan. Es sabido que un muy elevado porcentaje de adictos no acude nunca a un centro de tratamiento. Además se dan muchas situaciones de pacientes que irían a un centro público y que no lo hacen por la situación actual en la que se encuentran, es decir, un paciente con un consumo extraordinariamente alto no va. Entonces, hay una selección. Mira, lo que sí puedo decir es que el Ministerio de Sanidad hizo una comparación de la población que vino a CITA y la del SEIT. La selección es que nuestros pacientes consumen cantidades más altas, el 95 % de ellos han pasado por centros públicos, cosa que no ocurre en los centros públicos porque hay un 20- 30% cada año que no han tenido tratamiento previo, en este sentido sí que hay una selección. El 95% de nuestros pacientes tienen un promedio de 3- 4 desintoxicaciones previas, y además de consumir más, mezclan más, un 23 % consume además de la heroína, benzodiazepinas diariamente y con criterios de dependencia física y hay un 26 % de consumo diario de cocaína.
MM: Hablabas antes de consumo de co caína. En principio, éste es un método de tratamiento dirigido a los drogodependientes a opiáceos ¿Qué pasa con los policonsumidores?
J.J.L.: El tratamiento está indicado para el politoxicómano adicto a opiáceos. Con los que usan cocaína hay bastantes aspectos que se pueden trabajar. Además, de los abordajes tradicionales en los que se utilizan inhibidores de la recaptación de la serotonina, tratamos farmacológicamente la alteración de la conciencia. Con el consumo crónico de cocaína se produce un estrechamiento del campo de la conciencia. Hay fármacos nootrópicos que no interaccionan con otros, no tienen efectos secundarios y son de una enorme utilidad. En el caso de las benzodiazepinas hay también que tratar la dependencia pues de otro modo el paciente sufre y recae. Lo que no se puede decir es este paciente consume heroína y consume benzodiazepinas y tratarle sólo su adicción a la heroína. En algunos casos lo hacemos secuencialmente. Pero uno de los aspectos más interesantes del tratamiento es su implicación social. Una unidad hospitalaria con 10 camas puede tratar en torno a 300 pacientes al año. Una unidad con 10 camas haciendo este procedimiento podría tratar 10 pacientes diarios, unos 3000 al año. Se podrían abordar poblaciones enteras.
MM: por último,¿ qué mensaje trasmitirías a los psicólogos, tanto a los que están trabajando en drogas como aquellos que se incorporan a este campo, como jóvenes profesionales?
J.J.L. Bueno, lo primero que yo siento es que los psicólogos tenemos una enorme responsabilidad en esta problemática y en otras muchas. Pienso y es un problema que me preocupa, que la Psicología está infravalorada a nivel general. Hay empresas que se dedican a la recogida de basuras y que son supervaloradas, hay empresas que se dedican a hacer rosquillas y tienen directores generales, ejecutivos, viajan, se reúnen e incluso algunas cotizan en bolsa. Y, sin embargo, el producto más evolucionado, complejo y caro de la naturaleza que es el cerebro humano no cotiza en bolsa, ni en ningún sitio, y se paga lo mínimo y se valora lo mínimo por su atención y tratamiento. Pienso que los psicólogos tenemos que conseguir y yo lo intento, que se reconozca la importancia de la Psicología y de su objeto de estudio. Sin duda, vale más que muchas de las profesiones por no decir que todas las profesiones, es decir, no hay producto más caro y más maravilloso en la naturaleza que el cerebro humano, no lo hay y ese es nuestro quehacer, su adecuado funcionamiento en la interacción con el entorno. Debemos valorarnos y pelear por ello. Es la mejor manera de contribuir con nuestra sociedad y a ella se lo debemos.