Papeles del Psicólogo, 2000. Vol. (77).

Francisco Santoloya Ochando

Decano del Colegio Oficial de Psicólogos.

Hace unos meses, a finales del pasado año, recibí un escrito de un colegiado y amigo de la Delegación de Castilla y León. En dicho escrito exponía su positiva preocupación por el proceso de seguración puesto en marcha por el COP, interesándose por la viabilidad futura, tras la segregación , de la defensa colegial de los intereses profesionales y por el ejercicio de otras funciones colegiales ligadas a la promoción de la psicología como ciencia y profesión en el ámbito nacional e internacional, expresado de este modo su temor a que lo conseguido en los veinte años que tiene de vida el COP se perdiera al producirse su fragmentación en colegios territoriales.

Estas y otras preguntas tales como la viabilidad económica de las delegaciones más pequeñas el convertirse en colegios, la responsabilidad interterritorial, o la adscripción del patrimonio del COP a los futuros Colegios Autonómicos, son cuestiones que se estubieron debatiendo en un reunión que tuvo lugar en Plamplona a finales del pasado mes de junio. En ella se presentó y se debatió un primer documento sobre el funcionamiento y actuaciones de lo que será el futuro Consejo de Colegios Oficiales de Psicólogos. La reunión fue ardua , pero seignificativa y estimulante ya que cada una de las delegaciones del COP tuvieron la oportunidad de expresar sus opiniones sobre el proceso de segregación del COP y aportar tantas ideas como alternativas para la constitución de dicho consejo. A esta reunión de Planplona acudió la delegación de Galicia, ya constituida como Colegio Autónomico por decreto del Consello de la Xunta de Galicia) y su Presidente fue felicitado por tan rápida consecución.

Ciertamente nuestro colega de la Delegación de Castilla León, anteriormente mencionado, tiene razón cuando plantea sus dudas y preocupaciones dado que durante años el principal impulso para el desarrollo de la psicología científico-profesional en España, ha sido pilotado por nuestra organización profesional. Este desarrollo ha tenido dos niveles perfectamente integrados aunque no muchas veces identificados y reconocidos. Por un lado el esfuerzo local y personal de las delegaciones y de sus colegiados que gradualmente han ido introduciéndose en el tejido social hasta conseguir que los psicólogos tengan un reconocimiento como profesionales independientes y se valoren sus actuaciones como eficaces y de calidad, y que por otro lado, la actividad de la Secretaría Estatal del COP que ha desarrollado una intensa y efeicaz política, vertebradora de los esfuerzos de las delegaciones y de planificación y ejecución, también, de una acción propia y coherente ante los ministerios y distintas instación de carácter nacional, europeo e internacional.

Existe claramente el peligro de que, durante todo el proceso de segregación, algunas delegaciones se conviertan en colegios territoriales independientes tengan la tentación de centrarse UNICAMENTE en sus intereses autonómicos y a no participar en el política estatal. Esto produciría graves fisuras en al unión de nuestro colectivo, una unión que ha sido un importante activo en nuestra defensa y promoción de la psicología, pudiendose llegar a reproducir los problemas ocurridos hace algunos años con el Colegio de Cataluña. Unos problemas que, por medio de la actual negociación , deseamos que se encuentre en fase de resolución definitiva.

No obstante, este peligro de fisura, que sería grave para nuestra profesión, está minimizado, para tranquilidad de todos, por el COMPROMISO ADQUIRIDO por todos los presidentes de las actuales delegaciones. Dicho compromiso supone su participación (en las mismas condiciones que el resto de las delegaciones que todavía no son colegios), tanto a nivel económico como político de las decisiones del COP. Es cierto que el incumplimiento de este compromiso llevaría a un importante estado de fragilidad de nuestro colectivo, sin mencionar que los colegiados de aquellas delegaciones del COP que no participan en la dinámica estatal al convertirse en colegios locales aislados perderían importantes servicios, que los colegiados de otras delegaciones sí recibirían. Se establecería así una importante desigualdad que abarcaría desde el usuo de las propias revistas del COP a otros muchos que se reciben en la actualidad a través de las propias delegaciones, y todo ello sin mencionar que el compromiso adquirido es un mecanismo de solidaridad que equilibra el proceso de segregación de las distintas delegaciones y ayuda a que las más pequeñas no pierdan la fuerza y dinamismo necesario para consolidar de modo definitivo las distintas áreas de intervención profesional en que las distintas áreas de intervención profesional en que los psicólogos desarrrollamos nuestra actividad cotidiana.

Es por ello que como Decano-Presidente del Colegio Oficial de Psicólogos veo con optimismo el proceso de segregación ya que si una delegación no quisiera participar en la dinámica estatal serían los propios colegiados de la misma, los que tendrían que valorar si esa decisión es la que más les conviene o les perjudica seriamente.

Francisco Santoloya Ochando

Decano del Colegio Oficial de Psicólogos.