Papeles del Psicólogo, 2000. Vol. (77).

Carlos Rodríguez Sutil

Como muchos lectores recordarán la EFPPA fue fundada en 1981 y es la federación que supone la principal representación de los psicólogos en Europa ante los organismos de gobierno supranacionales. España se incorporó como miembro activo en 1989 (Berdullas, 1995). Actualmente agrupa a 30 organizaciones nacionales, lo que supone más de 130.000 psicólogos profesionales que pueden encontrar en ella el lugar idóneo para el intercambio científico y profesional. Entre sus objetivos principales se encuentra la defensa de la profesión y la creación de un marco de referencia homogéneo para la práctica y la formación de los psicólogos, la influencia en los órganos europeos de decisión y la relación con organizaciones internacionales de la psicología, como IUPsyS e IAAP.

En julio de 1999 se celebró la Asamblea General, al final del Congreso Europeo de Psicología, en Roma, donde fue elegido el nuevo Presidente, Tuomo Tikkanen, de Finlandia, quien sustituyó a la anterior Presidenta, la británica Ingrid Lunt. También el autor de estas líneas fue elegido para desempeñar un puesto dentro del Comité Ejecutivo, relevando a Manuel Berdullas, Vicedecano de la Junta de Gobierno Estatal, que tan brillantemente había desempeñado ese papel durante ocho años. El Comité Ejecutivo consta de siete miembros, únicamente, y la continuidad de la representación española debe ser interpretada, a mi entender, como signo de la importancia que tiene la profesión en nuestro país y el COP como organización en el contexto europeo. Otro signo relevante es la celebración prevista en Granada del IX Congreso Europeo de Psicología del año 2005. Antes de eso, tendrá lugar el VII Congreso en Londres, coincidiendo con el vigésimo aniversario de la fundación de la EFPPA, y el VIII en Viena.

Uno de los temas de más frecuente debate desde el Congreso de Roma es la conveniencia de conectar la psicología académica con la práctica profesional, y viceversa, cuestión problemática no sólo en nuestro país sino en prácticamente todos los de nuestro entorno, con mayor o menor virulencia. Para intentar resolverlo se está formando en la actualidad un Comité especial. También se pretende defender los intereses de nuestra profesión ante una eventual regulación europea de la Psicoterapia. Temas de discusión recientes son la regulación del uso de tests psicológicos y el comercio electrónico en relación con la psicología, entre otros.

La EFPPA actúa igualmente como uno de los socios en el desarrollo del Proyecto Leonardo, de la Unión Europea, dedicado a desarrollar un marco común para la formación de los psicólogos en Europa (www.loe.ac.uk/loe_res/leonardo/Index.htm). Este proyecto, como recientemente señala José María Peiró (2000) podría servir de base para la creación de un Diploma Europeo en Psicología, que facilitaría de modo notable la movilidad de los profesionales y protegería nuestro título y nivel de formación superior. Esta cuestión es acuciante, pues, según recoge Tuomo Tikkanen (2000) en una declaración que el lector ha podido consultar en castellano, en 1999 tuvo lugar en Bolonia (Italia) una reunión de los Ministros de Educación de 29 países donde se declaró que la formación de Primer Ciclo (3 años) podía ser un nivel suficiente de formación científica para la práctica de nuestra profesión.

Recomendamos a aquellos interesados en conocer más detalles sobre la EFPPA que visiten la página web, en el diseño de la cual ha participado activamente José Ra-món Correas en nombre del COP. Informes breves sobre las actividades y declaraciones de nuestro Presidente aparecen con regularidad en la revista European Psychologist.

Berdullas, M. (1995). EFPPA: un motor de la Psicología Profesional Europea. Papeles del Psicólogo, 61, 25-26.

Peiró, J.M. (2000). El proyecto "Europsych". Infocop, 9, 46-47.

Tikkanen, T. (2000). Psicología: ¿una directiva europea reguladora del ámbito científico profesional o un título de Psicólogo europeo? Infocop, 9, 48-49